La nueva generación de músicos ya no depende tanto de arreglistas o compositores. Prueba de ello es el éxito del cantante de trap argentino Lil Cake, que a sus 19 años ya tiene un tema (“Mercho”) entre los más populares del mundo. Parte de ese reconocimiento se lo debe a la plataforma de TikTok que viralizó el tema y catapultó su carrera.
Valentino Laborde (nombre real del trapero) inició como un streamer de videojuegos para después entrar a la música, y cuenta ya con temas populares en la escena argentina como “MALA”, “Star”, “U.S.A” o “To the Moon”. Este último llegó a manos de Bizarrap, quien al escuchar el tema, pronosticó el éxito de la carrera del joven músico.
Lil Cake es el primer sorprendido con su éxito. “Tarde mucho en comprender lo que pasaba. En las primeras semanas le decía a mi viejo: ‘Ya está, hasta aquí llegué’”, comentó el artista en conversación con El Comercio.
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—¿Cómo te gusta que te llamen? ¿Lil Cake, Valentino o Tortita?
Como le guste a la gente. Recuerdo que me puse Tortita a los 13 años porque había un perro llamado Pancake en un juego postapocalíptico llamado “60 Segundos”. Si haces la traducción al español, el nombre del personaje sería algo parecido a Tortita. En ese momento, a mí me dio mucha gracia y se quedó. Luego de un tiempo, mientras hablaba con mis amigos en Discord, alguien me colocó Lil porque era un diminutivo que usaban mucho los traperos en Estados Unidos. Entonces se mezcló de manera orgánica todo y apareció el nombre artístico con el que nunca pensé que me haría conocido: Lil Cake.
—¿Cuándo decidiste dar el paso de streamer a músico?
Yo, a los 11 años, me quedaba toda la tarde del domingo escuchando a David Guetta y Martin Garrix junto a mi madre. A esa edad, empecé a investigar sobre producción musical en YouTube. Buscaba cosas como: “Tutorial de cómo ser Martin Garrix”. De esa manera, fui aprendiendo cómo se hacía música en programas como FL Studio y, a la par, también aprendía a usar Auto-Tune mientras yo y mis amigos nos enviábamos audios de broma usando ese programa. En 2018, ya con el conocimiento previo de producción musical, grabé mi primer tema en el que incluía mi voz. Lancé la canción y vi cómo la comunidad del streaming argentino empezó a reaccionar al tema. Recuerdo que Coscu, uno de los streamers más grandes de Argentina, hizo un video reaccionando a mi tema, y yo me emocioné porque para mí él era como un dios. Desde ese día, me volví un streamer/músico que ahora se inclinó más a la música, pero que aún sigue haciendo streaming.
—¿Tienes alguna costumbre que se te haya quedado de tu etapa de streamer?
En realidad, en Argentina, la escena musical y el mundo del streaming son una misma cosa. Coscu tuvo mucho que ver con eso en su momento. No es coincidencia ser el streamer número uno en Argentina y, al mismo tiempo, estar en el top de las listas musicales. Todo va de la mano. No puedo dejar de hacer streams porque crecí haciéndolo en mi canal o en canales como el de mi mejor amigo Brunenger. Aunque ahora ambos tenemos dos tipos de contenidos distintos, mantenemos las ganas de seguir transmitiendo en vivo o de mantener algún tipo de contenido en vivo.
—¿Qué tan importantes fueron tus amigos al momento de lanzarte como artista?
Son cien por ciento importantes, pero, antes que nada, dejemos algo claro: soy muy complicado. A veces me agobio y me pongo mal en dos segundos por cualquier cosa, y es ahí donde mi grupo de amigos funciona como un pilar muy importante en mi vida. Durante esta gira, se puede apreciar eso, ya que sumé a uno de mis mejores amigos como corista en mis shows. Ahora puedo viajar con él por el mundo gracias a “Mercho”, que también me llevó a Perú.
—¿Cómo te recibieron en Perú?
Muy bien, la verdad. La gente es muy buena y la comida lo es aún más. Perú fue el segundo país en el que toqué fuera de Argentina y la energía de la gente, al igual que el lugar atractivo donde tocamos, hizo que esta gira fuera muy especial. En Perú siento que se escucha más salsa, mientras que en mi caso hago trap, que no es tan pesado, pero sigue siendo trap. Tuve la misma sensación cuando pasé por Uruguay, donde se escucha un tipo de cumbia genial llamada plana.
—Hace un tiempo Bizarrap y Goncho te recomendaron mantener tu estilo actual ¿Lo harás?
No hay gente con mi corte de pelo exacto en la industria musical. Se podrían poner ejemplos como Jon Z, pero su corte y volumen de cabello son diferentes. Por más que no quiera, mi imagen está muy marcada por los rulos, lo que es positivo porque cualquier persona puede identificarme si me encuentra en la calle, es mi sello distintivo. Por otra parte, me gustan los tatuajes. Por un tiempo, pensé en tatuarme algún costado de la cara, pero luego me arrepentí porque ya tengo un catorce tatuado en el cuello. Antes de ir a Perú, me hice dos tatuajes de runas vikingas, ambos son talismanes energéticos. Desde que me los hice, a mi tema “Mercho” le ha ido bien, por lo que creo que hay algún tipo de conexión ahí.
—¿Cuál es la historia detrás de “Mercho”?
A mí me encanta Ferxxo, hace varios años él se convirtió en el artista principal de mi grupo de amigos, lo escuchábamos en el carro y en las discotecas. Cuando no lo colocaban, nosotros lo pedíamos. Es realmente un artista muy recurrente para mí y se puede sentir en mi discografía. En esos tiempos mi viejo le decía “mercho” al Mercedes que teníamos al igual que Ferxxo, [así que] esa palabra se me quedó en la cabeza hasta que un día mientras estaba en mi cama dije: “En el ‘mercho’ escuchando a Fercho”. Me levanté, lo apunté y empecé a componer una maqueta.
En un principio, habíamos considerado usar la frase “bailará cuando el Dj ponga el tarara” como estribillo, pero después de cantar “En el ‘Mercho’ escuchando a Ferxxo”, Nico Valdi me detuvo y dijo: “Amigo esto es una locura, no puede ser el puente, esto es el estribo”. Hicimos algunos ajustes y, finalmente, la canción quedó lista. Mientras salíamos del estudio, la canción se nos quedó en la cabeza y sabíamos que también le pasaría a las personas que la escucharan.
—¿Qué sentiste cuando tu canción se hizo viral en TikTok?
Tardé mucho en comprender lo que pasaba. En las primeras semanas, le decía a mi viejo: “Ya está, hasta aquí llegué”. Es más, recuerdo que soñé que “Mercho” solo llegaba a las 1629 reproducciones, algo muy específico; pero bueno, llegó al millón de reproducciones y para mí fue una locura.
—¿Y qué pasó cuando viste a Ferxxo bailando tu canción?
Yo había perdido la fe. Pensé que a Ferxxo no le había gustado mi tema porque pasó mucho tiempo y no mostró señales de que le hubiera agradado. Un día estaba cenando con mi manager y mis amigos, y de repente, entré a Twitter y vi que me etiquetaron en una publicación que me avisó que Ferxxo subió el TikTok. Entré a la aplicación, lo vi y casi me muero. Más que le haya ido bien al tema, él es mi artista favorito de verdad y una de mis mayores referencias al momento de hacer música. A mí me encantaría hacer un tema con él, pero por ahora no hay nada. Ojalá algún día se dé porque para mí eso es un sueño. En mi vida hay dos artistas que realmente escuché mucho, Ferxxo y Duki, el último es un buenardo que hace música y al que se le tiene mucho aprecio y respeto porque es clave.
—¿Qué nuevos proyectos puede esperar tu público?
Por el momento, no sacaré ningún álbum porque siento que no es el momento, aunque sí es una meta por cumplir, pues me gusta pensar en un concepto que englobe muchas canciones. De momento, quiero seguir sacando buenos singles, darme a conocer mucho más, porque tener un tema que le haya ido bien significa que ya tienes una comunidad que te apoye. Me gustaría empezar a compartir temas con artistas de afuera y también ver si algunas cosas se pueden dar, pero ahora nuestro objetivo es sacar singles de manera más seguida en colaboración con otros artistas y seguir metiendo a la música a full.
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