Robbie Williams fue el acto estelar en la ceremonia de inauguración del Mundial de fútbol Rusia 2018, un hecho que hace tan solo dos años habría parecido improbable debido a la lírica de uno de sus más recientes hits: “Party Like a Russian”.
La canción generó tal controversia en el país europeo que, poco antes de su presentación en la Copa del Mundo, el británico confirmó que le habían pedido dejarla fuera de su repertorio.
“Hubiera querido interpretar 'Party Like a Russian', pero, desgraciadamente, me pidieron no hacerlo”, afirmó el artista.
Robbie Williams sacó en 2016 el single “Party Like a Russian” (Festeja como un Ruso), que provocó críticas en Rusia por la difusión de estereotipos sobre el país y mensajes que se entendieron como indirectas contra Vladimir Putin.
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En el tema, habla sobre un líder que “se queda con el dinero de toda una nación, se queda con las monedas sueltas y construye su propia estación espacial”, y añade: “ No lo niego ni lo desmiento, soy un Rasputín moderno”.
Ante las especulaciones sobre una crítica indirecta al presidente ruso, Robbie Williams se defendió en “The Sun” diciendo que el tema subrayaba el hecho de que “los rusos son grandiosos juerguistas” y luego publicó en Twitter: “Este video, definitivamente, no es sobre Vladimir Putin”.
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En marzo de 2017, Robbie Williams decidió seguir con la polémica y dijo en tono de broma que quería representar a Rusia en el Festival de Eurovisión que iba a celebrarse en Kiev y en el que finalmente los rusos no participaron por el veto de los ucranianos a la cantante que habían seleccionado, Yulia Samoylova.
GESTO INESPERADOAunque el tema quedó fuera del repertorio del británico en la inauguración de Rusia 2018, este dio que hablar por un gesto obsceno que realizó antes de retirarse del escenario.
El cantante levantó su dedo medio ante la cámara mientras interpretaba su éxito “Rock DJ”. Sin embargo, el desplante no pareció golpear el entusiasmo de los fans, que masivamente alabaron su participación con comentarios en las redes sociales.