El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, fecha establecida por la UNESCO, para concientizar y reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología.
Grandes avances tecnológicos y científicos han permitido el desarrollo de la humanidad. Por ejemplo, gracias a la rápida investigación y desarrollo de las vacunas, se ha logrado contener la expansión de la COVID-19 y sus efectos. A pesar de la contribución tan fundamental de las ciencias en nuestras vidas, en el mundo solo 3 de cada 10 científicos son mujeres.
Paradójicamente, si bien hoy las mujeres adquieren más educación que los hombres, en promedio, ellas perciben menores salarios que ellos. Esto se explica en gran medida porque son los hombres quienes terminan ejerciendo carreras mejores remuneradas, como aquellas vinculadas a las ciencias. Este fenómeno es discutido por Hugo Ñopo y Josefina Miró Quesada en su último libro “Ser Mujer en el Perú” de la editorial Planeta, 2022. Aquí algunos aspectos importantes:
- La elección de las carreras. Una de las tendencias globales más interesantes es que hoy las mujeres adquieren mayor escolaridad que los hombres, pero esto no necesariamente se traduce en una mejor posición económica en el mercado laboral. En promedio, el salario mensual de una mujer es 20% menor que el de un varón. Esto se debe en gran parte a que las carreras con menores salarios y prospectos profesionales son principalmente femeninas, como la docencia donde el 61% son mujeres; mientras que en las ingenierías solo un 17% lo es. En general, las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en ingles), son predominantemente masculinas. Esta elección no es libre, pues está condicionada por estereotipos de género que operan desde la niñez. Esto es, expectativas sociales y culturales de comportamiento que hacen creer a las personas que hay profesiones, vinculadas a los cuidados como la enfermería o la enseñanza, que requieren de habilidades “femeninas”, mientras que hay otras, vinculadas a los números, como las ciencias, que requerirían de un perfil “masculino”.
- Habilidades para las matemáticas: Vinculado a lo anterior, un factor adicional está en la exigencia de mayores habilidades matemáticas para las carreras STEM, que no se demandan en el grupo de carreras femeninas, ligadas al cuidado. Lamentablemente, en el Perú, existe una significativa brecha de género en el desarrollo de habilidades matemáticas. Existe un estereotipo según el cual las mujeres tendrían mayores dificultades para desarrollar habilidades matemáticas que los hombres, y este se refuerza desde el colegio e incluso desde el hogar. Piénsese en los juegos vinculados a las ciencias e ingenierías como los bloques para armar, juegos de estrategia, circuitos, microscopios, telescopios, juegos de química que se le dan a los niños, así como los juegos vinculados al cuidado como muñecas, juegos de cocina y té, que se le asignan a las niñas. Estos juegos, desde etapas tempranas de la vida, van prescribiendo los roles y preferencias que “deben” tener hombres y/o mujeres en sociedad de manera inconsciente.
- Búsqueda del balance familiar: Un tercer factor que explica la poca presencia de mujeres en el campo de las ciencias está vinculado al balance que ellas realizan entre el trabajo y la familia. En la mayoría de los hogares peruanos, de las 30 horas de trabajo doméstico no remunerado, 24 horas son realizadas por la mujer. Esta realidad no sólo confirma la creencia de que la mujer es la cuidadora primaria en el hogar, sino que crea expectativas de que lo siga siendo. El problema de estas preconcepciones es que refuerzan los estereotipos de género que encasillan a las mujeres a lo doméstico, e inducen a muchas mujeres a elegir carreras menos demandantes y más flexibles que les permitan tener un balance entre su vida familiar y su profesión. Esto está vinculado también a la mayor elección de trabajos de medio tiempo por parte de las mujeres.
Los autores de “Ser Mujer en el Perú”, enfatizan que la tarea para enfrentar esta problemática está en principalmente erradicar estos patrones socioculturales que impiden la incorporación de la mujer en la ciencia, así como en múltiples esferas de nuestras vidas. Solo así se podrá garantizar una igualdad de derechos y oportunidades desde etapas muy tempranas del desarrollo. El libro está disponible en todas las librerías a nivel nacional.