Son pocas las personas que pueden decir que lograron convertirse en aquello que soñaron de niños. Los caminos de la vida suelen alejarnos de nuestros primeros anhelos. Pero ¿qué pasa cuando los recuerdos vuelven a encender esa chispa que parece olvidada? En la obra de teatro “La vida resuelta” cinco treintañeros acuden a una exclusiva guardería de Lima para tentar el último cupo para sus hijos. La tensa situación provoca que afloren no solo rivalidades y secretos sino que se convierte en el pretexto perfecto para hacer un viaje en el tiempo y acercarse al niño que alguna vez fueron. A pocas semanas del inicio del año escolar esta comedia, dirigida por Rodrigo Falla, nos interpela sobre el futuro y el deseo de tener y darle a nuestros hijos una educación que les permita enfrentarse con éxito al mundo. Las cosas, sin embargo, no siempre salen como se planean.
Como parte del elenco la obra cuenta con la actuación de Carolina Cano, quien regresa a las tablas tras varios años dedicada a la actuación en televisión y los talleres de escritura. Ella interpreta a Laura, una mujer independiente que ha dejado de lado los roles convencionales para convertirse en la proveedora de la familia. “Esta oportunidad era irrechazable para mí. Vuelvo al teatro con un elenco lindo y aterrizado, en una obra que está hecha de manera simple y sencilla: donde es más lo que sucede que lo que hay”, comenta. La puesta le ha dado, además, la oportunidad de compartir escenarios junto a su hermano Alonso. La primera y única vez ocurrió en los noventa con “Pluft, el Fantasmita”, en el Teatro Montecarlo. “Nosotros siempre íbamos al teatro por nuestros padres, pero un día nos metieron a esta obra. No teníamos texto, nosotros hacíamos el cambio de escena con un show de piruetas y vestidos de fantasmitas”, recuerda.
Hoy, los hermanos se reencuentran como antagonistas, pues Alonso interpreta a Jaime, un hombre divorciado que también compite por un lugar para su hijo en la guardería. Completan el elenco Fiorella Flores, quien es Raquel, una madre primeriza; Pierina Parodi es Lluvia, la novia de Jaime que aún busca a su príncipe azul; y Jean Paul Neyra, esposo de Laura y escritor frustrado. Lejos del nombre de la obra, la vida de estos personajes no está para nada resuelta sino que está a punto de estallar. La obra, dice por su parte Falla, “tiene momentos de remembranzas que harán que el público active su niño interior. Hay escenas en las que los actores se interpretan a sí mismos de pequeños, dicen lo que quieren ser y luego nos damos cuenta qué tanto les afectó lograrlo o no”.
En medio del contexto pandémico que todavía vivimos, el joven director menciona lo importante que es reír en tiempos aciagos. “Cuando terminaron las guerras mundiales o luego del atentado del 11 de setiembre, por poner algunos ejemplos, lo que más se veía en Broadway era comedia. El público no quería olvidar lo ocurrido, pero sí relajarse de toda la tragedia que había alrededor. Lo mismo pasa ahora”.
Más información: Nuevo Teatro Julieta (calle Porta 132, Miraflores). Los: viernes, sábados y domingos a las 8 p.m. Hasta el domingo 13 de marzo. Entradas: Joinnus.
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