Patricia Barreto se prepara para cumplir su sueño de surcar los aires con su primer espectáculo de circo titulado, apropiadamente, “Volar”. La actriz peruana de películas como “No me digas solterona”, así como series como “Maricucha” y “Junta de vecinos”, mostrará sus habilidades acrobáticas en el aro aéreo en este show en el que participarán artistas nacionales como la Tropa del Eclipse y la cantante Miluska Eskenazi; así como invitados internacionales como el mexicano Édgar Vivar, el recordado Señor Barriga de “El Chavo del 8″. La aparición de este personaje es particularmente relevante, puesto que según nos ha informado la organización del espectáculo, el veterano artista ha expresado su intención de despedirse de la vida circense tras varias décadas de ser una figura importante en el medio.
Días antes del estreno de “Volar” el 21 de julio, El Comercio tuvo oportunidad de hablar con Patricia Barreto. A continuación, la entrevista:
—Te conocemos más por tu faceta como actriz en el cine, teatro y televisión, pero desde joven has tenido interés por el circo. ¿Cómo nació esta fascinación?
Mi interés por el circo viene desde chica, cuando lo vi a los 15 años. Antes de tomar la decisión de ir por las artes escénicas, siempre tuve una atracción por el arte circense. Evidentemente, en aquella época era un poco complejo decidir ser artista de circo, diría que no solo era inusual, si no descabellado. Pero a pesar de mis propios prejuicios me dije que no iba a soltar este lado circense y entonces, a la par que me formé como actriz en el extranjero, también llevé un seminario intensivo de trapecio fijo en el Circo Criollo de Buenos Aires. El circo nunca lo solté, y si bien nunca me dediqué profesionalmente a él y no tuve las dos carreras —más me jaló la actuación— siempre estuvo de la mano en todos mis proyectos; por eso he tratado que en todos los espectáculos que he hecho haya un elemento de acrobacia. Que ahora, en esta etapa de mi carrera, yo tenga esta propuesta de hacer circo es para mí lo más generoso que me ha podido pasar en el mundo. Me siento muy agradecida de que Ernesto Pimentel me dé la posibilidad de usar una de sus carpas en Lima Sur y poder montar un espectáculo.
—Cómo recibiste la propuesta de hacer un espectáculo circense.
Yo ya tenía un precedente en este tipo de espectáculos con uno que hice durante cuatro años en el Gran Teatro Nacional titulado “Las aventuras musicales de Sisi y Lala”, el cual tenía varios montajes incluyendo uno llamado “Sisi y el circo”. Ahí me mostré un poco y fogueé mis nervios ante el público haciendo acrobacia. Entonces, cuando vino la propuesta de Ernesto, me dije “estoy lista, es momento”. Estoy entrenando desde hace un mes y todo. Creo que se está cumpliendo un ciclo muy bonito en mi carrera, estoy cerrando una etapa donde no solo puedo desarrollar el circo que tanto amo, también cuento historias que me parecen importantes contar a los chicos y a toda la familia.
—“Volar” trata de una niña que, gracias a la ayuda de unos seres mágicos, adquiere la confianza para convertirse en artista de circo. Hay elementos de tu vida en esta historia.
Es casi una autobiografía, porque la mirada de la narración es desde mi perspectiva. Yo no estoy interpretando un personaje, sino que soy yo, Patricia, la que voy a contar mi propia historia regresando a cuando era niña. Es una narrativa de entrada y salida, yo la cuento en pequeños momentos, porque lo más espectacular del circo es ver las acrobacias. La historia trata de cómo yo me introduzco en el mundo del circo, de cómo encuentro no solo obstáculos y miedos, si no conmigo misma. Hay una parte que busca hacer reflexionar al público donde les damos cuenta que la única traba para cumplir sus sueños es su mente, su incapacidad de tomar la decisión, de probar y de permitirse volar.
—¿Qué te llevó a elegir la acrobacia de aros frente al trapecio fijo que estudiaste?
Cuando volví de Buenos Aires hace muchos años pedí instalar en casa de mi madre una estructura de circo en su jardín, con herramientas como el trapecio, telas y más. Cuando comenzó la pandemia, la pasé en casa de mi madre por varios motivos y como todos los peruanos durante la cuarentena, lo que nos quedó hacer fue relacionarnos con lo que había dentro de casa: vincularnos con la familia, retomar oficios anteriores y adquirir hobbies nuevos. En fin, volver a la esencia, a lo de adentro... y lo que estaba adentro de la casa de mi mamá era definitivamente esta estructura. Así que estuve dos años con una entrenadora que iba a mi casa para trabajar en eso y cambié, ya no hice el trapecio, sino el aro. Eso porque quería desarrollar otra disciplina y el aro me gustaba, lo encontraba distinto, diferente, y me gustaba la feminidad del aro en cuanto al lenguaje visual. Creo que pude encontrar otra herramienta, otra posibilidad para mí, un trabajo físico que me complementa como actriz y que ahora estoy utilizando para el espectáculo.
—¿Cuánto tiempo de preparación llevó armar un espectáculo como “Volar”?
Está tomándonos (un buen tiempo). Porque todavía estamos en proceso de creación y seguimos avanzando, creo que esto va a seguir hasta el día del estreno. La propuesta me llega cuando estoy terminando de hacer “Maricucha” [el episodio final se transmitió el 25 de mayo].
—¿Cuáles han sido las dificultades de montar un espectáculo de este tipo?
Lo que me está costando es que se trata de un lenguaje nuevo, diferente al teatral. La narrativa es completamente distinta, casi como un engranaje y más al punto, donde tenemos que hacer que todos los números acrobáticos sumen a la historia. Entonces, lo que más me está retando como creadora es encontrar cómo contar esto de manera directa, concisa, clara y profunda; a la vez que sea espectacular. Esto más allá de las acrobacias que voy a hacer, por las que estoy entrenando aparte.
—Un término utilizado frecuentemente para este tipo de espectáculos es “la magia del circo”. ¿Qué hace que este medio artístico sea tan único a diferencia de otros espectáculos?
Yo siento que el circo es el lenguaje más democrático que he encontrado como artista. Se encuentran distintas visiones y disciplinas, distintos estilos de vida y discursos visuales, pero todos van al mismo fin. Pasa lo mismo en el teatro, con el fin de contar una historia, pero en este caso, al ser un circo y un espacio de mística, de ‘troupé’ [grupo circense], es por y para el pueblo, por así decirlo. El lenguaje del circo es distinto al teatro, donde se escenifica más bien una sola cosa. El circo en cambio es más bien como una convención multidisciplinaria e intercultural, donde la pregunta es cómo nos unimos todos para crear la misma magia e ilusión.
—Édgar Vivar, el Señor Barriga, está uniéndose al espectáculo. ¿Cómo te sientes de trabajar con alguien tan veterano no solo en la actuación, sino también en la industria circense?
Honrada y muy agradecida. Estoy aprendiendo demasiado de grandes artistas que he admirado toda mi vida. Me siento afortunada y voy a disfrutar de cada función y de cada conversión que tenga con él tanto dentro como fuera del escenario. En las conversaciones vía Zoom que hemos tenido para lecturas de guión, él siempre ha enfatizado hablar sobre temas importantes para la familia - y en los cuales estamos de acuerdo- como el valor de la unión, del amor y el valor del tiempo, de ser conscientes del presente y de vivir plenamente cada edad y etapa. En “Volar”, Édgar va a presentarse como el personaje del Señor Barriga, quien dentro del espectáculo viene a traer un mensaje muy importante para mi y mi primer vuelo.
-Estamos en lo que esperamos sea las fases finales de la pandemia, un evento que causó una de las mayores crisis de la industria circense en los últimos siglos. A pesar de esto espectáculos como “Volar” y compañías como La Tarumba vuelven a levantar sus carpas. ¿A qué crees que se deba la resiliencia de esta industria?
A que tenemos artistas profesionales que no van a dejar de trabajar en lo que aman. Que entrenan durante todo un año para sacar un número que se va a ver durante una temporada. Y dentro de todo, todos tienen trabajos anexos y hay familias de circos espectaculares en nuestro país. Hay más de cincuenta circos montados en una temporada.
Creo que la resiliencia está, y podría sonar un poco poético e idealista, en una cuestión de fe, de creer. Pero creo que hay otra perspectiva más pragmática que es la idea de que es “tenemos que seguir trabajando.” Lo nuestro no termina siendo algo de momentos de inspiración, sino que acá se trabaja porque se trabaja. Y se saca adelante proyectos culturales, que tienen que ver e involucran a la sociedad, porque creemos que eso nos va a hacer bien como sociedad, que es algo que nos falta.
—¿Qué puede esperar el público de “Volar”?
Siento que es un espectáculo donde van a poder inspirarse, van a poder no solamente disfrutar de grandes números acrobáticos, sino que también se van a poder llevar una historia donde van a reflejar sus miedos, inseguridades y aquellas decisiones que cuesta tomar. Espero que gracias a esta historia pueda llevarlos a que se lancen a volar, a creer, y a tomar esa decisión que les cuesta tanto. Decirles que no es tan difícil y no es imposible llegar a ser feliz, Basta solamente con tomar una decisión y probar.
Título: "El Gran Circo Estelar - Volar"
Estrellas: Patricia Barreto, Edgar Vivar
Lugar: Mall del Sur
Fechas: Del 21 de julio al 14 de agosto
Entradas: Disponibles en Teleticket
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