No esperemos grandes producciones en tiempos que piden cautela. Cuando aún el trabajo de los teatreros locales se enfoca en recuperar al público perdido con la pandemia, los espectáculos teatrales que nos proponen para la escena de un nuevo año han sido elegidos con ese cuidado y contenido entusiasmo.
En el 2023 no faltará la fiesta, pero buena parte de la cartelera nos invitará a la reflexión y al cuestionamiento. Es lo que se propone, por ejemplo, el teatro La Plaza al celebrar sus 20 años con cinco proyectos. Su año empieza con “La omisión de la familia Coleman”, exitoso texto del argentino Claudio Tolcachir dirigido por Lucero Medina Hú. En abril, después de su gira iberoamericana, vuelve “¿Ser o no ser?” versión libre de “Hamlet” escrita y dirigida por Chela De Ferrari. Ocho actores neurodivergentes entrelazan sus vidas con los personajes y conceptos del texto de Shakespeare, preguntándose qué significa “ser” para personas que no cuentan con espacios para participar dentro de la sociedad.
En mayo, llegará a la Plaza el clásico “Despertar de primavera”, del dramaturgo alemán Frank Wedekind, una obra que cuestiona los mandatos pre establecidos sobre cómo se debe vivir la sexualidad, dirigida por Jorge Castro e interpretada por una nueva generación de actores y actrices jóvenes. “La Barragana”, escrita por Luis Alberto León y dirigida por Chela De Ferrari, llega en agosto. La obra cierra la trilogía iniciada por “La Cautiva” y seguida por “Savia” sobre tres momentos de violencia y conflicto ocurridos en el Perú. En esta ocasión, se abordan las relaciones de poder y la desigualdad social durante la colonia, en el estallido de la rebelión indígena de Juan Santos Atahualpa. Finalmente, la propia Tangoa cierra el año de su institución con “Ñaña”, obra de su autoría y dirección, que presenta el testimonio real sobre la violencia física y sexual ejercida hacia una niña de una ciudad de la selva y su lucha por reinsertarse en la sociedad.
En el teatro Británico, cuatro estupendas apuestas: “La mujer con cabeza de serpientes”, obra escrita y dirigida por Vanessa Vizcarra, inspirada en la mitología griega y una rivalidad entre Medusa y Atenea materializada en las redes sociales (febrero); “Llega un inspector” (abril) célebre thriller detectivesco de J.B. Priestley, bajo la dirección de Roberto Ángeles, con la complicidad de un elenco brillante encabezado por Alberto Isola, Leonardo Torres y Denise Dibós; “Salome”, de Oscar Wilde (junio), dirigida por Jean Pierre Gamarra y “Un monstruo viene a verme”, del escritor estadounidense Patrick Ness, llevado a escena por Nishme Sumar y protagonizado por Marcello Rivera, Sergio Armasgo, entre otros. Va en octubre.
En el Teatro del Centro Cultural de la Católica, febrero nos sorprende con “El bien amado”, obra del brasileño Dias Gomez que se plasmó como una celebrada telenovela de O Globo a inicios de los años ochenta. Adaptada y dirigida por Ana Julia Marko, la historia nos lleva al alejado pueblo de Sucupira, donde el corrupto alcalde ha prometido construir un cementerio para una población que, curiosamente en su gobierno, nadie muere. “Juzgado de familia”, pieza original de Nani Pease, dirigida por Tirso Causillas, es un montaje que explora la tensa relación de las mujeres con el sistema de justicia, la violencia y el maltrato; Programado en mayo, “Machinal” de la norteamericana Sophie Treadwell, es un drama expresionista dirigido por Josué Méndez, sobre la condición dependiente de la mujer y el infierno viviente de un matrimonio sin amor. En setiembre, llega “Esperanza”, obra de Marisol Palacios y Aldo Miyashiro, reúne a Lucho Cáceres, Lourdes Saenz, Diego López y Briggitte Jouannet alrededor de la mesa del comedor de una familia de clase media limeña, que espera la visita de un candidato de derecha a las elecciones municipales, en lo que se cree será la gran oportunidad para obtener el trabajo que les dará la ansiada prosperidad. Finalmente, en noviembre, Mirella Carbone y Raffaella Cuneo protagonizan Savanna Bay, obra de la francesa Marguerite Duras dirigida por Alberto Isola, una historia de pasión y tragedia ocurrida en un pequeño pueblo de Siam.
En el teatro Ricardo Blume, se repone en enero y febrero la aplaudida “Jugadores”, ese póker de ases actoral formado por Alberto Ísola, Alfonso Santisteban, Ricardo Velásquez y Américo Zúñiga. En abril, Mateo Chiarella estrena “El diablo”, personal adaptación de un cuento de León Tolstoi convertido en thriller psicológico, en el que actuarán Andrea Luna, Sebastián Stimann, Milena Alva, Lilian Nieto, Ricardo Velásquez y Valentina Saba. En Mayo, con Coladecometa su sala acoge funciones didácticas sobre historias de Hans Christian Andersen, en un proyecto dramatúrgico de Celeste Viale. A mediados de año, el Instituto Italiano de Cultura presentará Hermanas, pero solo dos”, de Franca Valeri, con Atilia Boschetti, Kareen Spano y Omar García. En setiembre, La Ira, el grupo dirigido por Mikhael Page, presentará “Velas de cumpleaños” de Noah Haidle.
En el Icpna, el año comienza con un proyecto de lecturas de clásicos. Primero con “Fedra”, en la versión de Miguel de Unamuno bajo la dirección de Nadine Vallejo, con Vanessa Vizcarra al frente de un afiatado elenco. En este ciclo de lecturas dramatizadas se busca dar a conocer un clásico, pero también discutir su vigencia actual. En los predios del Teatro de la Universidad del Pacífico, en marzo se presenta la temporada del proyecto “Relatos (in)Conexos, escrita” y dirigida por Paola Vicente, con la actuación de Karina Jordán. Un mes después, regresa por breve tiempo “El Monstruo de Armendáriz”, bajo la dirección de Malcolm Malca. En septiembre, Martín Guerra dirige “Los ojos” obra del dramaturgo argentino Pablo Messiez. Y en noviembre, si es que las negociaciones por los derechos llegan a buen puerto, Vanessa Vizcarra dirigirá “Escaped Alone” una obra de la prestigiosa dramaturga británica Caryl Churchill.
En la Alianza Francesa, dos imprescindibles: En julio, “Burn baby burn”, de Carine Lacroix bajo la dirección de Georgia Tavares, convoca los esfuerzos de la AF, la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático y la Escuela Nacional de las Artes y Técnicas del Teatro de Lyon, Francia. La obra pertenece a la colección Tintas Frescas (Argentina), serie que reúne obras de algunos de los mejores dramaturgos contemporáneos de Francia. En agosto, el clásico “El avaro” de Molière, dirigido por Jean Pierre Gamarra con un elenco brillante: Alfonso Santisteban, Fernando Luque, María Grazia Gamarra, Oscar Yepez, Amaranta Kun, Attilia Boschetti y Alonso Cano.
LOS FESTIVALES
Los tiempos de festivales serán fértiles: Este mes arranca la edición 22 del Festival Saliendo de la caja, producido por la Especialidad de Creación y Producción Escénica de la Facultad de Artes Escénicas PUCP, con proyectos de los alumnos de las cuatro especialidades: Creación y Producción, Danza, Teatro y Música. Del 7 de febrero al 5 de marzo, la Alianza Francesa presenta la octava edición del Temporada Alta, que este año presentará espectáculos de danza y teatro de compañías de Francia, España, Argentina, México y Perú. La fiesta empezará con “Omma”, presentación de la compañía de danza contemporánea dirigida por Josef Nadj, coreógrafo francés que para este espectáculo trabaja con ocho bailarines africanos. El festival “Sótano dos” en la Universidad del Pacífico, proyectado para Mayo, reúne propuestas escénicas innovadoras que mezclan diversos lenguajes escénicos. Proyectos como “Sin motor y sin motivo” del colectivo la maldita compañía, “Ciervo” de Angeldemonio, “Caza de brujas” de Patricia Biffi, “El presidente más feliz” de Cristina Velarde, “Mujer serpiente” de Lita Baluarte, y “La bella y la bestia” de la dramaturga y directora griega Maria Dalidou. También en mayo, en el Icpna tiene lugar la Edición 35 de Danza Nueva, que este año celebra el talento del Perú en Danza Contemporánea. Finalmente, en octubre, La Plaza celebra su décima edición del Festival Sala de Parto.
Asimismo, este año el FAE LIMA, tendrá una lógica distinta a la de ediciones pasadas. A lo largo de este año desarrollará su “Incubadora de proyectos escénicos”, que culminará con la presentación de 4 proyectos en su edición de 2024. Organizado por los centros culturales de la Universidad Católica, Pacifico y Lima, así como el Centro Cultural de España, el Teatro La Plaza, el Británico, el Gran Teatro Nacional y presentado por el Ministerio de Cultura, los objetivos de esta flamante incubadora son apoyar los procesos de creación de artistas emergentes, incentivar la innovación y el cruce de disciplinas, así como insertar las producciones resultantes en circuitos nacionales e internacionales.
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