ENRIQUE PLANAS
Un florista nerd encuentra su oportunidad para el éxito y el romance al hallar, en una noche de luna llena, una pequeña planta antropófaga. Sembrado en su maceta, colocado en la ventana de la florería Mushnik, el pequeño bulbo parece inofensivo, pero pronto sacará los dientes para ejercer sobre él su poderosa influencia. Tanto que Seymour, su dueño, no dudará en entregar su propia sangre cuando la planta exija ser alimentada. Pronto, sin embargo, aquella dieta no será suficiente: la planta quiere presas vivas. Comedia musical de humor negro, nutrida de la estética de las cintas de terror de serie B, con títeres voraces y personajes disfóricos, “La tiendita del horror” tiene una larga historia de versiones y adaptaciones. Roger Corman la filmó originalmente en 1960, en tres días y con poco dinero, para convertirla en un ícono del cine extravagante que cuenta en su reparto con un joven e inexperto Jack Nicholson. En 1982, el escritor Howard Ashman y el compositor Alan Menken la convirtieron en uno de los mayores éxitos de Off Broadway, un musical que volvería al ecran tres años después, a cargo del realizador Frank Oz, uno de los creadores de los Muppets, y protagonizada por Rick Moranis, Steve Martin y Ellen Greene. Un clásico feroz que ahora el director David Carrillo lleva a nuestra escena. “Lo que me captura de esta obra es cómo todos sus personajes son devorados por su necesidad de éxito”, dice. PLANTA CON APETITOCarrillo nos lleva al Nueva York de los años 50, al barrio de Skid Row, destartalado y miserable. “Desde la propuesta de Roger Corman, la obra juega con la idea de la inocencia. Una plantita de la que nadie sospecha, en el lugar menos imaginado, se convierte en nuestro mayor enemigo. El miedo radica en la insignificancia”, dice el director. Para Giovanni Ciccia, quien encarna al atribulado Seymour, “La tiendita del horror” es una de esas obras que supo adelantarse a su tiempo. “Hoy, la obra es más vigente que hace 30 años”, afirma. Su personaje, a la manera del “Fausto” de Goethe, empieza a ver cumplidos sus sueños de éxito y romance al satisfacer los apetitos de su planta, pero a diferencia del clásico alemán, no se trata de un erudito romántico quien negocia con el diablo, sino un incomprendido nerd. “Hoy, mucha gente quisiera ser Seymour. Vivimos en tiempos en que el nerd, los geeks o los hipsters están de moda. Pero la verdad, si eres auténtico y tus gustos son muy específicos, siempre serás considerado un bicho raro”, añade el director.
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Lugar: Teatro Larco (Av. Larco 1036, Miraflores)Estreno: 5 de junio.Funciones: De miércoles a domingo, 8 p.m.Entradas: 60 y 40 nuevos soles.
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