“Un vano intento de ir tras el sol” toma como punto de partida los problemas de una dramaturga para crear una obra nueva. De allí en adelante, se revela el otro asunto de la puesta en escena que ya se puede ver en el C.C. Ricardo Palma: retratar la realidad de algunas mujeres y cómo estas encuentran en el mundo trabas para conseguir sus objetivos. Trabas por ser mujeres, claro.
La obra escrita por Nae Hanashiro reflexiona sobre la crianza, la herencia, la sororidad, el machismo y más, y cómo ello permea en las experiencias de cinco mujeres que parecen citadinas. Con un lenguaje sensible, la ficción muestra a la protagonista convivir con una niña y su planta, una bailarina, una actriz y Juana ‘la loca’, quienes aparecen de rato en rato para mostrar sus heridas y contar sus sueños. Actúan bajo la dirección de Micaela Valdés, Daniela Zea, Daniela Trucíos, Gabriela Gallegos, Macarena Carrillo, Karina Toscano. La producción es de Tubo de Ensayo.
Pero tal como está planteada, “Un vano intento de ir tras el sol” se mueve muy cerca de lo superficial, categoría que elude por poco. A pesar de que el montaje parece no dar respuestas sino solo preguntas, su postura es clara y uno de los elementos que ordena en ese sentido es la misma fuerza que se opone a la acción de los personajes. La obra no consigue mostrar sobre la escena a la vergüenza -aquello que va en contra- con suficiente poder, jamás parece un muro infranqueable. Se dice que lo es, sabemos que es verdad, pero falta ver su contundencia para que sea verosímil. Y de allí que los personajes se acerquen peligrosamente al cliché, incapaces de una anagnórisis verdadera. A las heroínas se les quita la oportunidad de demostrar su tesón.
No podemos olvidar que la protagonista (Zea) sí es consciente del cliché. De hecho, una de las veces en las que piensa sobre lo que escribirá, habla del tema, lo llama por su nombre, pero lo plantea como cuestionándose. Esa podría ser la pista de que Hanashiro y Valdés son conscientes de esa naturaleza y que quisieron jugar con ella; sin embargo, la desprolijidad de la puesta en escena no jugó a favor. Por ejemplo, las luces y los movimientos de las actrices (o viceversa) no estuvieron coordinadas, asunto a considerar si es que no se quiere romper la convención. Y a pesar de que la obra acierta con la música y proyectar textos en el escritorio, las transiciones y la propuesta visual en general podrían ser más trabajadas. La atmósfera, que uno podría entender que transite entre lo onírico y lo real, jamás toma forma. De allí que la duración del montaje sea excesiva.
Podría decirse con verdad que “Un vano intento de ir tras el sol”, por los asuntos que toca, es una obra necesaria para estos tiempos y que hace bien en presentar y recordar una realidad injusta. Valdría preguntarse, en todo caso, si eso es suficiente para pagar por una obra de teatro. Si usted así lo considera, este montaje seguramente resonará en usted.
Dramatugia: Nae Hanashiro
Dirección: Micaela Valdés
Elenco: Daniela Zea, Daniela Trucíos, Gabriela Gallegos, Macarena Carrillo, Karina Toscano
Lugar: C.C. Ricardo Palma (Av. Larco 770, Miraflores)
Entradas: Joinnus.com
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