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Más de dos años han pasado desde que Wendy Ramos decidió a aventurarse a llevar a cabo su primer montaje en solitario y aunque “Cuerda”, nombre que lleva el espectáculo, no tenía grandes pretensiones de audiencia, la respuesta del público fue tal que, además de Lima, la obra se montó en tres ciudades del Perú y en dos ciudades europeas. Hoy, a punto de cerrar el 2015, la actriz está a punto de culminar la más reciente reposición de esta puesta en escena y conversó con nosotros sobre la experiencia de vida detrás de ella:
Cuando empezaste a trabajar en “Cuerda” tenías la idea de hacer un montaje pequeño, para 100 personas, y, mira, al final ya han sido 30 mil las que la han visto...¡Van más! Estuve sacando la cuenta hace poco y son 40 mil y algo...
¿Y cómo fue esa primera función en la que tuviste que enfrentarte a un auditorio tan grande como el del Pirandello con un espectáculo en el que básicamente plasmas emociones muy personales?Fue todo un proceso. Primero éramos Nishme (Súmar, la directora) y yo, pensando en un teatro chiquito, porque yo no sabía si iba a funcionar, si a la gente le iba a gustar o si yo iba a poder sostenerme tanto tiempo sola en el escenario. Pero cuando Juan Carlos Fisher se enteró de lo que estábamos haciendo, nos propuso llevar al Pirandello y aceptamos. Fue durante los ensayos que vi las 700 butacas vacías y sentí un susto. ¡Es un teatro muy grande! Menos mal yo había estado haciendo teatro con Los Productores y ya estaba acostumbrada a tener a toda esa gente delante, pero antes de la función (de estreno) yo estaba muy asustada. No podía dormir. Me pusieron férula porque apretaba los dientes en las noches. Eran muchos miedos: si el teatro se iba a llenar, si compararían la obra con trabajos anteriores, si la gente iría solo buscando risas y se encontraría conmigo hablando de muchas cosas. Es complicado poner tu corazón y y que digan: 'Bahhh (como no pasa nada)'. Tenía todos esos miedos juntos, pero el día del estreno fue maravilloso. La función terminó y la respuesta del público fue wow, y así ha sido siempre. Es muy emocionante.
Es curioso el tema de los miedos, porque entiendo que “Cuerda” se origina en un taller que llevaste en Canadá en el que precisamente se produjo un quiebre en ti a partir de un juego de máscaras que proponía tu profesora.Sí, estaba llevando un taller hace como nueve años y salió esta idea de estar atado como a un cordón umbilical. Cuando tuve que hacer la presentación (para el taller) transformé el elemento del cordón en una cuerda. En el sitio (en el que me tocó presentarme) había una soga que venía del techo, porque era un lugar donde se hacían cosas circenses, y todo el número se desarrollaba conmigo como muy asustada y agarrada de esta cuerda. Yo pasaba frente al público y pedía que me desamarraran, pero lo hacía con mucho miedo, pensando que algo malo iba a pasar. Me quedé muy pegada con eso y quería hacer algo con una cuerda porque me parecía un simbolismo súper fuerte. Luego hice un numerito de 10 minutos para un festival en Colombia al que me invitaron y ya después con Nishme (Súmar) lo convertimos en un espectáculo.
¿Cuánto cambió el espectáculo con la llegada de Nishme Súmar?Ella aporta muchísimo, completa la figura. El trabajo del cláun es como bien básico: inicialmente éramos mi cuerda y yo. Nada más. Yo la quería (para trabajar conmigo) porque crea mundos increíbles, sabe escuchar a sus actores, te obliga a trabajar desde allí. Ella prefiere la creación desde la base de un texto, pero “Cuerda” no tenía texto, de hecho no lo tiene hasta ahora. Nunca lo escribí. O sea, lo tuvo después porque le pedí a alguien que transcriba el video (de mi primera presentación). (La obra se terminó con) ella dándome tareas, diciéndome: 'A ver, (improvisa) algo con la soledad'. Así nacieron partecitas que están ahora en la obra. Ella tiene una sensibilidad maravillosa. Había momentos en los que no parábamos de llorar, otros en los que no parábamos de reír. Fue un proceso hermoso. Una de las cosas que más me gusta de 'Cuera' es este viaje que hace mi payasa, pero que le permite a la gente hacer su propio viaje también. Y es maravilloso porque con cada función 'Cuerda' crece. Si las has visto hace dos años, ahora es otra cosa. Seguimos trabajándolo Nishme y yo. Ella está allí todo el tiempo haciendo que crezca.
MÁS INFORMACIÓN“Cuerda” se presenta hasta el 9 de diciembre en el Teatro Pirandello del Instituto Italiano de Cultura (Av. Petit Thouars cdra 10, Santa Beatriz). Las entradas están a la venta en Teleticket de Wong y Metro y en la boletería del teatro desde 15 nuevos soles.