Joel Barish y Clementine Kruczynski son dos desconocidos que coinciden el mismo día y a la misma hora en el mismo tren, sin saber que en realidad se habían ‘citado’ en un tiempo ya perdido. Ninguno de los dos lo recuerda. Fueron novios alguna vez. Hasta vivieron juntos. Pero tras separarse por no soportarse más, decidieron eliminar los recuerdos que tenían del otro. Olvidarse. Clementine primero. Joel después. Solo que a veces el amor es travieso y vuelve a reunir a quienes se creían destinados a alejarse para siempre.
Dirigida por por Michel Gondry a partir de un guión de Charlie Kauffman, “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” (”Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, 2004) es la historia de una pareja que se ama, pero que al mismo tiempo dice odiar cada defecto del otro. Las diferencias son grandes entre los dos. Joel es un tipo callado, tímido y sensible. Clementine, en cambio, es deshinibida, explosiva y aún más sensible que él. Quizá por eso las cosas no funcionan, salvo que en este romance de ciencia ficción, la separación contempla un borrado de memoria total, que no impide que vuelvan a verse, a enamorarse y redescubrir su pasado antes de… ¿darse una nueva oportunidad?
Si bien puede parecer que Joel y Clementine retoman su relación al final de la película, la esperanza es un juego delicado. La historia podría repetirse. La misma Clementine lo entiende así. El fracaso puede ser aún mayor. ¿Vale la pena arriesgarse?
¿QUÉ SIGNIFICA EL FINAL DE “ETERNO RESPLANDOR DE UN MENTE SIN RECUERDOS”?
En los minutos finales, tanto Joel como Clementine descubren la verdad sobre el borrado que les practicó la clínica Lacuna, Inc. También escuchan lo que uno piensa del otro y vaya que no es fácil digerir lo que dicen antes de sacarse de la cabeza por primera vez.
En principio, Joel, Clementine y todos los pacientes de Lacuna reciben las grabaciones de sus sesiones, enviadas por Mary, una técnica de la compañía que se había sometido al mismo procedimiento y que se había arrepentido de todo. Los recuerdos son valiosos, por más dolorosos que sean.
A pesar de las palabras hirientes, Joel y Clementine se buscan, pelean y se sinceran para finalmente comenzar de nuevo, o por primera vez. Al menos eso se intuye. La última escena de “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” es un bucle de ambos, jugando en pleno invierno en la playa, donde se conocieron hace bastante tiempo.
Ahora, ¿realmente regresaron? Solo un minuto antes, Clementine reconoció que sería un error volver a estar juntos, a pesar de que Joel asegura que en ese momento no hay de ella que no pueda gustarle a él. No obstante, Clementine sostiene que tarde o temprano habrá algo. También reconoce que ella se aburrirá en un futuro y que se sentirá atrapada. Pero Joel desbarata sus argumentos cuando responde “ok”, entendiéndose que está dispuesto a correr el riesgo. Después de eso, ella también. Sin embargo, ¿qué significa exactamente ese “ok”?
Ese “ok” puede interpretarse como un “ok, no lo intentemos de nuevo”, pero el corazón dicta que en realidad es lo contrario. Solo que a partir de esta reconciliación, deben anotarse algunos otros puntos.
Joel y Clementine se inclinan por el amor. Como bien señala ScreenRant, es mejor haber amado, perdido, volver a amar y perder una vez más que no haber amado nunca ni tener los recuerdos de ese amor. Cuando se borraron por primera vez, borraron una parte de sí y esa es una pieza que no puede reemplazarse, por más que no se recuerde haber perdido esa pieza.
A fin de cuentas, “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” es una película sobre los recuerdos y cuán esenciales son para una persona. Son la vida de Joel y Clementine. Nadie puede asegurar que su amor triunfará a largo plazo, por más que ahora conozcan qué defectos trabajar y qué resolver para hacer las cosas diferentes, para aprender de ellos, pero en el intento está la alegría, el salto de fe y ese es el mensaje esperanzador que deja el filme.
¿Por qué Mary envió las cintas? Más allá de vengarse del Dr. Mierzwiak, la técnica les regala a los paciente la oportunidad de recuperar sus recuerdos y de aprender de ellos. De salir de esta experiencia siendo una mejor persona. Si ella los hubiese mantenido desde un comienzo, al menos en su caso no se habría enamorado otra vez del médico. Claro está, Joel y Clementine no renuncian a lo suyo, sino buscan construir algo distinto.
¿JOEL Y CLEMENTINE BORRARON SUS RECUERDOS MÁS DE UNA VEZ?
“Como Eterno resplandor” no tiene una estructura lineal, sino cíclica, es una posibilidad válida, asentada principalmente en la última escena de la película, cuando Joel y Clementine se divierten una vez más en la playa. ¿Por qué? La secuencia solo dura unos segundos, en los que juegan felices con la nieve. ¿Lo raro? La misma escena se repite tres veces, exactamente igual.
¿Qué significa este bucle? Si bien no hay nada seguro, puede interpretarse como que Joel y Clementine están atrapados en un ciclo que han repetido en más de una ocasión, del de borrarse, reencontrarse, enamorarse, alejarse y borrarse otra vez.
En el guion original de Kauffman, al final, Clementine reaparece avejentada, con una carpeta donde da cuenta que borró 15 veces a Joel Barish a lo largo de 50 años. Claro está, esta secuencia nunca llegó a la película final, aunque apoya la idea del bucle y de la fuerte conexión que mantiene la pareja a pesar de todos sus problemas, a pesar de todos los defectos, a pesar de sus miedos.
DATOS CLAVES DE “ETERNO RESPLANDOR DE UNA MENTE SIN RECUERDOS”
- Director: Michel Gondry
- Guion: Charlie Kaufman
- Elenco: Jim Carrey, Kate Winslet, Kirsten Dunst, Mark Ruffalo, Elijah Wood y Tom Wilkinson