- Michaella McCollum y Melissa Reid tenían 19 años cuando fueron intervenidas por trasladar droga
- Ellas transportaban 11 kilos de cocaína en sus maletas, por un valor de dos millones de dólares
- Aunque al inicio señalaron que habían sido amenazadas para llevar la droga, luego aceptaron su delito
En 2013, la vida de Michaella McCollum y Melissa Reid dio un giro radical tras haber sido intervenidas en el aeropuerto por transportar cocaína. Debido a que la detención de las dos británicas acaparó la atención de la prensa internacional, que las bautizaron como “Peru Two” (“Las Perú dos”, en español), Netflix tomó su historia y emitió “High: Confesiones de una mula en Ibiza”, un documental producido por el canal digital BBC Three.
A continuación, te contamos lo que realmente pasó con las dos mujeres que estuvieron tras las rejas en un país que no conocían, desde que fueron captadas por la mafia hasta su liberación. Todos los detalles a continuación.
EL DÍA QUE CAYERON CON LA DROGA
El 6 de agosto de 2013, Michaella McCollum y Melissa Reid, ambas de 19 años, fueron intervenidas en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima, Perú, tras descubrir que transportaban 11 kilos de cocaína en sus maletas, por un valor de dos millones de dólares.
Si bien, ellas, poco antes de abordar el avión con destino a suelo peruano, jamás se habían visto, desde el momento de su detención sus vidas cambiaron para siempre, siendo bautizadas como las ‘Peru Two’.
Aunque al inicio señalaron que una banda las había amenazado y forzado a trasladar la droga, finalmente aceptaron su responsabilidad, siendo sentenciadas a seis años y ocho meses en diciembre de 2013.
¿CÓMO SE CONVIRTIERON EN “MULAS”?
Michaella McCollum, de Irlanda del Norte, y Melissa Reid, de Escocia, se encontraban de vacaciones en Ibiza, cada quien por separado, pues no se conocían, aunque tenían algo en común: consumían drogas.
La vida bohemia y estilo fiestero en la isla española del mar Mediterráneo hicieron que disfrutaran al máximo sus días, que no eran ajenos al consumo de sustancias. Fue así como fueron contactadas para ser usadas como “mulas” y por ese “trabajo” iban a recibir 5.000 libras esterlinas (poco más de 5 mil dólares). Ambas aceptaron.
En inicio, Michaella pensó que iba a llevar la droga a la España peninsular, pero luego se enteró que las enviarían a un país sudamericano: Perú.
“Las campanas de alarma no empezaron a sonar hasta cuando me alistaba para ir a Perú. Había volado de Ibiza a Mallorca muy drogada, lo veía como una aventura. Solo fue cuando empecé a recobrar la sobriedad que pensé: ‘¡Por dios!, ¿qué diablos estoy haciendo?’”, señaló McCollum en el documental producido por el canal digital BBC Three “High: Confessions of an Ibiza Drug Mule”.
SUS DÍAS TRAS LAS REJAS
El 17 de diciembre de 2013, Michaella McCollum y Melissa Reid fueron sentenciadas a seis años y ocho meses de prisión. Al entrar a una cárcel lejos de su patria, la norirlandesa se dio cuenta que estaba absolutamente sola en un país que no conocía y aprendió defenderse para que otra vez no se aprovechen de ella. Incluso, recordó cómo su cabello se convirtió en tendencia por el moño que tenía el día de su intervención y cuando la llevaron a prisión.
“Era muy ingenua cuando tenía 19 años. No pensé que me pudiera pasar nada malo. Nunca cuestioné las cosas. Simplemente creía todo y confiaba en las personas con demasiada facilidad. No deberíamos ser así, no todos tienen tus mejores intenciones, los extraños no se preocupan por ti”, refirió en el documental de la BBC Three, en el que hizo hincapié que eran sus primeras vacaciones sola y lo único que quería era divertirse.
Por su parte, Melissa señaló que era consciente y sabía en lo que se estaba metiendo cuando decidió pasar la droga. Para ese momento, ella consumía éxtasis, ketamina y cocaína.
SALEN DE PRISIÓN
McCollum logró salir en libertad bajo palabra el 31 de marzo de 2016, pero permaneció hasta agosto en Perú, mes en el que pudo regresar a Dublín, la capital de Irlanda. Pasó lo mismo con Reid en junio del mismo año.
Desde el momento que recuperaron su libertad, sus vidas cambiaron completamente y cada quien hace su vida por su lado. Mientras Michaella publicó sus memorias “Nunca verás la luz del día otra vez” cuenta lo que vivió tras las rejas, Melissa optó por mantener un perfil bajo y vive en Escocia, según publica Daily Mail.
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