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“El gato con botas: el último deseo”, con Antonio Banderas y Salma Hayek, es una grata sorpresa en lo que parecía ser una mala película nostálgica sobre la franquicia de “Shrek”. Después de dos décadas, la vigencia de la saga es incuestionable y un spin-off parecía ser una desesperada muestra de tocar, al menos por algunos segundos, el acto milagroso ocurrido en 2001. Resultó ser todo lo contrario: una historia potente, divertida y con una animación poco convencional. El chiste más triste de todos. Una propuesta riesgosa sobre el miedo a la muerte y a la realidad. Un homenaje a la vida. Un filme que divierte, asusta y conmueve. La magia volvió a suceder.
La secuela de “El gato con botas” no es una típica cinta para que la familia se ría un par de veces y hable de otras cosas. En cada una de sus dimensiones, hay una apuesta comprometida. El terror no está disfrazado. La comedia es funcional y también ambigua. La épica es impresionante por la animación tipo anime japonés. El miedo cala bien, con un personaje impresionante nombrado primero como Cazarrecompensas.
Todos esos matices empiezan con una fiesta, la del Gato con botas; o mejor, la celebración de la leyenda del Gato con botas, ese personaje lleno de aventuras, excesos e irreverencias. El héroe preferido de todos y para diferentes edades. Tienes al tierno, aventurero, fiestero y heróico personaje. Un gato que es capaz de humillar a una autoridad déspota y derribar a una especie de troll inmenso sin un rasguño. Pero las leyendas también mueren, así tengan muchas vidas.
LA ÚLTIMA VIDA DEL GATO CON BOTAS
En esta película, es cierto que los gatos tienen muchas vidas: nueve, para ser exactos. ¿Cuántas vidas ha perdido nuestro héroe? Sí, ha perdido ocho, solo le queda una, la que peligra por un cazarrecompensas que quiere su cabeza, esa que adorna el famoso cartel de “Se busca”.
Tras perder su octava vida, el doctor del pueblo le aconseja que cuelgue las botas, que es necesario evitar las aventuras para disfrutar de su última vida. Gato, por supuesto, no lo escucha y se va a beber leche en un bar. Ahí se encuentra con Lobo, un ser siniestro que quiere arrancarle su vida con dos hoces. Parece un cazarrecompensas pero es algo más que eso.
La verdadera pelea comienza para el Gato con botas, una que deberá librar en toda la película. La animación habitual toma otros caminos para mostrar una batalla genial. Como se señaló al comienzo: si el enfrentamiento contra el troll parecía una escena de “Ataque a los titanes”, la pelea con este villano es como una de “Demon Slayer” o el de su anime preferido. El gato, sorprendido, pierde todo su brillo con la espada. Es derrotado. La inmortalidad se terminó.
EL MIEDO
El héroe se asusta. Su piel se eriza, entra en un vertiginoso estado de pánico. El miedo toma forma en una animación que eriza la piel. El terror del Gato con botas también es la del espectador. La muerte, al final, igual a todos. La leyenda no solo deja las botas, sino también su espada y escapa en un refugio maternal para esconderse en una faceta irónica: ser un gato de verdad.
Ahí conoce a su Burro, como lo tuvo Shrek para reconocerse como un ogro que ama. El Gato tiene a Perro, un extraño animal que se hace pasar como gato porque ha sido abandonado. También es parlanchín y de buen corazón. El personaje secundario será vital para que el defenestrado héroe encuentre su redención. En una película sobre el terror de la muerte, la irracionalidad de la fe del Perro es una necesaria oposición.
Porque, a lo largo de la cinta, descubriremos que, en realidad, el tema general que atraviesa toda la historia es el miedo. El Gato siempre tuvo miedo. Por eso distraía su corazón con aventuras y fiestas. Porque así evadía su realidad: que sus nueve vidas se terminarían acabando tarde o temprano; que temía dejar atrás la gloria al formar una familia con Kitty Patitas Suaves; que envejecer podía ser el infierno del héroe, lo opuesto a la grandeza de la fama.
Por eso buscará una estrella mágica para cumplir su deseo de recuperar sus vidas anteriores, y así continuar con la fiesta. El Gato con botas todavía no entiende que todo tiene su final. Que hasta las celebraciones de las películas de “Shrek” se acaban, a pesar de que hayas vencido a reyes perversos, dragones salvajes, hadas madrinas amantes del poder y hechiceros maliciosos.
LA MUERTE PERSIGUE AL GATO CON BOTAS
A estas alturas ya es más que evidente que el Lobo cazarrecompensas es, en realidad, la muerte, la parca, que va detrás de la última vida del Gato con Botas y que está harta de esperar en medio de la farsa del héroe. Debe ser el villano mejor animado de la franquicia de “Shrek”. Asusta como ninguno, es omnipresente, huele tu miedo, sabe de tus pasos, siempre te encontrará, así sea en un bosque encantado o una cantina.
La muerte es el gran villano de “El gato con botas 2″, no el “Gran” Jack Horner, aunque su presentación también es buena y mantiene el estilo de la franquicia: un monstruo lleno de referencias sobre cuentos de hadas. Un ser despreciable, casi un psicópata, que no tiene ningún remordimiento ni una pizca de empatía. Pero el antagonista es la muerte, ese terror tan antiguo e ineludible que hace tambalear cualquier valentía o idea de futuro del Gato.
LA NUEVA VIDA DEL GATO CON BOTAS Y EL RENACER DE “SHREK”
Hasta lo predecible tiene su gusto en esta película. Obviamente, será un final feliz para el Gato con botas. Salvará el pellejo, una vez más. Pero lo hará de una forma inusual. Irá por el camino difícil, entendiendo que la inmortalidad es una ilusión y que la vida se debe afrontar con la frente en alto, mirando la realidad tal como es, con sus belleza y su crueldad, y tomando riesgos para el futuro a pesar del miedo de crecer, envejecer y morir.
La leyenda del Gato con botas, como lo conocíamos, ha muerto. Esta nueva vida del Gato hace que la franquicia de “Shrek” gané un nuevo personaje, Perro, y una posibilidad de que el ogro favorito de todos regrese a la pantalla grande. Tras el final de la batalla, los protagonistas roban un barco y llegan a las costas de un reino con un letrero conocido “Muy muy lejano” (“Far Far Away”) para visitar a un viejo amigo. La aventura previa hacia un posible “Shrek 5″ ha sido un gran viaje.
¿”EL GATO CON BOTAS 2″ TIENE ESCENAS POST-CRÉDITOS?
No, técnicamente “El gato con botas 2″ no tiene escenas post-créditos. El avance de una posible quinta película de “Shrek” aparece inmediatamente después de la resolución de la batalla final de la película. Tras los créditos, solo está la pantalla negra.
Aquí puedes ver el tráiler oficial de “El gato con botas 2″:
¿QUIÉNES SON LOS ACTORES Y PERSONAJES DE “EL GATO CON BOTAS 2″?
- Antonio Banderas como el Gato con botas
- Salma Hayek como Kitty Patitas Suaves
- Olivia Colman como Mamá Osa
- Harvey Guillén como Perro
- Samson Kayo como Bebé Oso
- Wagner Moura como La muerte
- John Mulaney como “Gran” Jack Horner
- Florence Pugh como Ricitos de oro
- Da’Vine Joy Randolph como Mama Luna
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