Países Bajos venció a Senegal: ¿Por qué no fue un resultado que ilusione a sus hinchas?

Holanda, ahora llamada en esta parte americana del globo terráqueo “Países Bajos”, fue eso. Una expresión de fútbol bajo. Por la falta de fantasía y jerarquía mundial de mitad de cancha hacia adelante, pero también por el partido ajedrecista que le propuso e impuso la Senegal de Mané, que hoy más que nunca extrañó al Sadio –y sabio- de su oncena. Fue 2-0 para los neerlandeses, que lideran el grupo A junto a Ecuador.

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“Los leones de Teranga”, como se le conoce a este seleccionado africano, empezaron en desventaja desde el minuto 0. Sin la estrella del Bayern Múnich era más que evidente que sus chances de éxito ante la “Oranje” del empedernido por las tácticas Van Gaal se reducían notoriamente.

UNA SENEGAL “MADE IN EUROPA”

Sin embargo, Aliou Cissé –ese técnico con apariencia de reggae boy o Snopp Dog- puso a danzar a sus dirigidos al mejor estilo táctico europeo: con presión intensa sobre la primera línea de volantes y siendo solidarios con sus dos líneas de 4.

Así, hizo ver –o bien dicho, saber- a la “Naranja” como una versión agria, que a medida que transcurría el encuentro veía como sus defensores/volantes y extremos caían en la jaula de los leones.

Y es que una Senegal europeizada, y vaya que argumentos hay: hoy sus 11 futbolistas inicialistas fueron jugadores de ligas Top del “Viejo Continente”, “colonizó” con su arte táctico a unos Países Bajos que siempre tuvo en Frenkie de Jong a su principal artista.

“LA OREJA DE DE JONG”

Fue precisamente ese artista, quien a lo largo del partido también extravió por momentos el pincel producto de la aprehensiva marca de los africanos, el que dibujó una parábola fantástica para descolonizar a los suyos cuando faltaba poco para el pitazo final.

El destinatario de su inspiración fue Cody Gakpo –la joya más reluciente por estos meses de Holanda-. El delantero del PSV puso la cabeza ante un desincronizado Mendy, quien con ese error de cálculo y la posterior falla en el tanto de Klassen hecho por la borda los 85 minutos en los que Senegal exhibió a la “Oranje” de van Gaal como un fruto lejos de estar maduro.

Países Bajos ganó en su regreso a una justa mundialista tras su ausencia desde Brasil 2014 pero nada más. Para asomar como una nueva versión de “La Naranja Mecánica” le falta horas de engranaje y hasta de piezas.

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