Paolo Guerrero ingresó con entera felicidad a los complejos deportivos de Ninho do Urubu para volver a tocar una pelota con el uniforme de Flamengo.
Y es que estar 135 días lejos del club que tanto aprecia ha sido más que una tortura para el 'Depredador'. Afortunadamente ese tiempo de sufrimiento pasó en un abrir y cerrar de ojos.
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Ahora Paolo Guerrero se siente más aliviado. Sabe que está muy cerca de superar ese cruel castigo que puso en jaque su carrera deportiva. Mientras ese caso tiene una audiencia fija (finales de abril), desea concentrase sobre el verde.
Lo primero que hizo Paolo Guerrero en los centros de entrenamiento de Flamengo es un minucioso trabajo físico con los preparadores. Corrió al ritmo de ellos. Después hizo labores con pelota como pases rasantes y devoluciones.
El artillero de la Blanquirroja, además, trabajó en el gimnasio con el objetivo de fortalecer los músculos de los brazos y piernas. La jornada deportiva inició con un grato saludo por parte de sus compañeros en los vestuarios.
La sanción de Paolo Guerrero expira oficialmente el 03 de mayo. Sin embargo, si logra que ese castigo sea anulado podría retornar de inmediato a las canchas tanto con Flamengo como con la selección peruana.
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