Kabul. Las fuerzas de seguridad afganas abatieron a dos atacantes que se atrincheraron durante dos horas en el Departamento de Educación de la ciudad oriental de Jalalabad, Afganistán, un asalto en el que murieron también once empleados de la oficina y otros diez resultaron heridos.
“En este ataque murieron once personas, todas ellas empleadas de la Oficina de Educación de la ciudad de Jalalabad”, dijo a Efe Attaullah Khogyanai, portavoz del gobernador de la provincia de Nangarhar, de la que es capital Jalalabad.
Además, confirmó que también murieron los dos autores de la acción, abatidos por las fuerzas de seguridad.
Entre las víctimas mortales se encuentra el jefe del Departamento de Educación, Sayed Sulaiman Pacha, y entre los heridos hay cinco trabajadores del centro, tres miembros de las fuerzas de seguridad, un estudiante y un trabajador que pasaba por la zona.
Durante el asalto, que comenzó sobre las 09.30 hora local (05.00 GMT) y se prolongó durante unas dos horas, se encontraban en el inmueble cerca de una treintena de empleados, de los que unos 20 pudieron ser rescatados por las tropas.
A mediados de junio, cuatro insurgentes murieron y diez civiles resultaron heridos en un ataque contra la sede provincial del Ministerio de Educación en Jalalabad, mientras que en esta ocasión el edificio atacado es la oficina de Educación para la ciudad y no para la región.
Ningún grupo ha reclamado por el momento la autoría del atentado en Nangarhar, donde están activos tanto los talibanes como el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que tiene su bastión en esta región.
Este es el tercer ataque de envergadura que sacude la ciudad en lo que va de mes, después de que ayer once personas murieran, en su mayoría civiles, y otras cuatro resultaran heridas en un atentado suicida contra un puesto de control de las fuerzas de seguridad.
Jalalabad fue escenario a principios de mes de un atentado suicida que costó la vida a 19 personas y causó heridas a otras 21, en su mayoría miembros de las minorías hindú y sij, coincidiendo con una visita a la ciudad del presidente afgano, Ashraf Gani.
Fuente: EFE