El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, promulgó esta semana una ley que prohíbe la producción y la venta de foie gras, una medida que supone un gran revés para los cocineros de la mayor ciudad de Sudamérica.
La ley publicada este viernes en el Diario Oficial denuncia el cebado de las ocas y el sufrimiento animal para la fabricación del foie gras, por lo que estipula multas de hasta 1.600 dólares para los restaurantes y comercios que no la respeten. Los establecimientos tienen 45 días para adaptarse.
La promulgación de la ley fue celebrada por los defensores de los derechos de los animales, pero fuertemente criticada por los chefs.
“Éste no es un hecho aislado. Hay una tendencia mundial para lograr una postura más justa con los animales”, se felicitó Ricardo Laurino, coordinador nacional de grupos de la Sociedad vegetariana brasileña, citado este sábado por el diario O Globo.
“¡Es ridículo e hipócrita! No todos los criadores maltratan a los animales”, afirmó por su parte el chef Renato Carioni, del restaurante Cosi, que pensaba que el alcalde impondría su veto puesto que es un gran amante del foie gras.
El proyecto ya había sido aprobado el 16 de mayo por la Asamblea municipal.
Hace un mes, la Asociación brasileña de profesionales de la cocina lanzó una petición pública al alcalde para que vetara el proyecto. En la solicitud, hecha por Internet (oesta.do/peticao-foie-gras), la agrupación defendía “el foie gras como instrumento cultural de la gastronomía mundial”.
Los chefs de Sao Paulo subrayaron igualmente en su página web que la metrópolis brasileña, con más de 20 millones de habitantes, es reconocida como uno de los tres principales destinos gastronómicos del mundo, ya que concentra lo mejor de la cocina internacional.
La aprobación de la ley contra el foie gras hará un “flaco favor” a la excelencia culinaria de Sao Paulo, principalmente en las variaciones de la cocina francesa que utiliza desde hace siglos el foie gras en la preparación de diversos platos, reconocidos mundialmente, argumentó la asociación.
De la misma forma, para convencer a Haddad a que frenara la ley, los cocineros alegaron que la regulación sobre los alimentos es competencia del gobierno federal.
[AGENCIA AFP]