Tenacidad. Así podríamos definir en una sola palabra a Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Esta mujer de 85 años ha dedicado casi la mitad de su vida a buscar a los niños desaparecidos entre las 30.000 víctimas que dejó la última dictadura en Argentina.
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Estela ha recuperado hasta ahora a 120 de esos chicos, que fueron secuestrados con sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres embarazadas. El caso más recordado fue el de su propio nieto, fruto de Laura, su hija asesinada. Pese a lo que muchos pensarían, su lucha aún no ha terminado. Este es su testimonio.
¿Cómo está señora Estela?Yo me encuentro muy bien. Ya, por su puesto, soy una mujer de mucha edad, de mucha trayectoria institucional, pero sigo trabajando en todo lo que puedo desde Abuelas de Plaza de Mayo para que la historia no se olvide.
¿Qué le falta por hacer ahora que ya encontró a su nieto?Este trabajo no tiene fin. Estimamos que aún nos falta encontrar más de 300 nietos, no solo en la Argentina sino en cualquier parte del mundo. Mientras tengamos vida, posibilidades, condiciones; vamos a estar acá buscando a los que faltan.
¿De dónde saca fuerzas para continuar?Saco fuerzas del amor que tengo por todos los compañeros de mi hija Laura. El terrorismo de Estado que se vivió en Argentina por la dictadura cívico-militar dejó 30.000 víctimas de todas las edades, condiciones sociales, religiones y pensamientos políticos. El amor, el respeto, el orgullo por esas víctimas, que son nuestros jóvenes hijos, son los que nos dan fuerzas para seguir.
¿Ha estado al frente de los asesinos de su hija?Sí, me ha tocado varias veces. Primero, cuando fui a ver a un militar de alta graduación para pedirle por la vida de Laura. Este militar me dijo que los mataban a todos. Se trata del general (Reynaldo) Bignone, último presidente de facto en la Argentina, que fue condenado y estará preso de por vida.También me he encontrado con estos genocidas en los tribunales. Son personas que se callan, no hablan, no confiesan y no se arrepienten. Incluso, a veces, tienen gestos amenazantes. Sin embargo, siempre he guardado el respeto debido porque nosotros buscamos y la justicia es la que tiene que actuar.
¿Qué siente cuando encuentran a un nuevo nieto?El hallazgo de cada nieto es como un milagro, ya que logramos recuperar chicos que no conocíamos, que no sabíamos dónde estaban, ni siquiera sabíamos la edad que les habían puesto ni mucho menos el nombre extraño que tenían. Cada hallazgo es un premio a esta labor tan fuerte y dura que tenemos desde hace casi 40 años en Abuelas.
¿Han encontrado algún nieto en el Perú?No. En el Perú no hemos encontrado nietos, pero nunca descartamos que alguno de ellos pueda estar allá. En el Perú estuvimos en varias oportunidades, pero solo hemos tenido contacto con familiares de los desaparecidos.
¿En qué países del extranjero han encontrado nietos?En Chile, Uruguay, Paraguay, México, en Miami (Estados Unidos). Por eso es necesario que Abuelas siga teniendo visibilidad mediática, por si hay algún nieto en cualquier parte del mundo.
¿Cómo podrían hacer los posibles nietos en el extranjero para contactar con Abuelas?Las personas con dudas sobre su origen pueden acudir al consulado argentino del país en el que se encuentran y dejar una pequeña muestra de sangre. Esta será enviada a Buenos Aires, donde se analizará si tiene relación con alguna de las familias de los desaparecidos. Como hay distancia uno a veces se complica, pero se puede hacer. Incluso en Europa tenemos una red por el derecho a la identidad en los consulados ya que algunos de nuestros chicos podrían estar allá.
¿Cuántos años tendrían ahora los nietos desaparecidos?Nosotros estamos buscando a los chicos nacidos en el año 1975 hasta 1980 o 1981. No obstante, como la dictadura estuvo funcionando hasta 1983, también aceptamos a aquellos que duden siendo nacidos en ese año.Estela de Carlotto junto a su nieto Ignacio Guido Montoya Carlotto el 8 de agosto de 2014, día en que se informó al mundo de su hallazgo. (AP)
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¿Cómo sigue la relación con su nieto Ignacio Guido?Tratamos de vernos y estamos construyendo una relación muy linda. El pasado 5 de agosto se cumplieron dos años desde que lo encontramos y tuve la dicha de conocerlo y abrazarlo. Hace poco se convirtió en padre de una bebita, de mi bisnieta, la nieta de Laura. Pobrecita mi hija desde dónde la estará conociendo. Pero bueno, hay dejar de lado las tristezas para convertirlas en lucha.
¿A qué se dedicaría Laura si estuviese viva?Laura estaría como mis otros hijos: militando en los derechos humanos. Algunos son miembros del Poder Legislativo. Los tres que me quedan están firmes trabajando por la democracia y Laura estaría haciendo lo mismo, seguramente.
¿Conoce a las personas que criaron a su nieto?No. Tampoco tengo la voluntad de conocerlos porque vivo con la angustia permanente de pensar por qué no tuve a mi nieto, por qué no lo crie yo, por qué no tuve la oportunidad de poder contarle desde chiquito quién era y de dónde venía, para que se criara con la verdad. Si bien (los que criaron a Ignacio Guido) no fueron los asesinos de nadie sino las víctimas de un patrón de campo que les impuso un niño recién nacido, se cometió un delito grave. Por eso se los está juzgando. Yo no los condeno ni los absuelvo, para eso está la justicia.
¿Su nieto no ha pedido reunirlos?Hasta hora no, felizmente. De todas formas, con la misma sinceridad que estoy hablando ahora lo hablaría con él.
Además del de su nieto, ¿qué otro caso recuerda?En realidad todos los casos son magníficos. Sin embargo, tienen sus características particulares. Hay chicos que fueron adoptados legalmente por familias de buena fe. Ahí la situación es mucho más fácil y feliz. Estos casos suman alrededor de 15 de los 120 que hemos encontrado hasta ahora. Sin embargo, la mayoría de los nietos encontrados fueron apropiados por los asesinos de sus padres. Han sido chicos muy maltratados, victimizados y ofendidos. Son chicos que han sufrido mucho y liberarlos es realmente fantástico.Estela de Carlotto junto al papa Francisco el 4 de noviembre de 2014. (AFP)
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¿Cómo reconfortar a las abuelas que aún no encuentran a sus nietos?Tratamos de decirles que tengan paciencia, que Dios nos va a ayudar y que vamos a seguir luchando para que ellas también tengan la felicidad de abrazar a sus nietos. Si bien tenemos casos muy difíciles, en los que no hay ni un rastro, ellas nos motivan a seguir buscando.
¿Cómo se proyecta Abuelas en el futuro?Algunos de los chicos están muy cerca de nosotros. Vienen permanentemente a nuestra casa. Incluso ya forman parte de nuestra comisión directiva en razón de que ya las abuelas somos muy pocas las que estamos en condiciones de estar acá o que estamos con vida. Por lo tanto, ellos ya se han incorporado a lo presente y futuro el día que no estemos.
¿Entonces la lucha continúa?Exactamente: la lucha continúa en paz desde el amor. No hay violencia, hay mucha paciencia, fe, confianza y, sobre todo, tenacidad.
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