Sidney. Un grupo de criminales australianos creó un poderoso cártel internacional de trafico de cocaína y de MDMA (éxtasis) que opera desde bases en Montenegro, Holanda y España, y tiene conexiones con mafias mexicanas y colombianas, publicó la prensa local.Seguir a @Mundo_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Una investigación realizada por el conglomerado mediático News Corps y publicado en sus diarios, entre ellos “The Australian”, señaló que esta mafia de los balcanes, liderada por algunos de los criminales australianos más buscados, ingresa la droga por los puertos del país oceánico.
“El crimen organizado de los Balcanes es actualmente la mayor amenaza para Australia. (La mafia) está arraigada e influye en las comunidades locales, lo que supone un serio reto”, comentó un miembro de las fuerzas de seguridad australiana.
Según “The Australian”, los orígenes del problema se remontan a las décadas de 1980 y 1990 cuando se infiltraron en Australia varias familias criminales, supuestamente auspiciada por el ex presidente serbio Slobodan Milosevic.
La fuente agregó que las autoridades australianas creen que varios de los más temidos criminales que se creían retirados de las actividades ilícitas, como el albano de 55 años Vaso Ulic, lideran en la actualidad mafias de tráfico de drogas desde sus bases en Montenegro, Serbia y España.
La mafia de Ulic importa unas seis toneladas anuales de drogas a Australia, además de otros destinos como Sudáfrica, Europa, China y el continente americano.
Las autoridades australianas también sospechan que la mafia balcánica-australiana, que opera en el país oceánico con algunas bandas de moteros, tiene conexiones con cárteles mexicanos, colombianos y asiáticos, además de las mafias sudafricanas, italianas y holandesas, agregó la fuente.
Fuente: EFE