Si Susana Villarán alcanzó un índice de 38% de aprobación en abril pasado, luego de salvarse de un proceso de revocación, despidió el 2013 con apenas 19%, el nivel más bajo de su tercer año como alcaldesa de Lima.
Los retrasos en la ejecución de megaproyectos, incluso algunos iniciados en la gestión anterior, volvieron a ensombrecer su labor.
El año pasado, el programa municipal que da seguridad a las familias que viven en zonas de riesgo inauguró 35 muros de contención y 108 escaleras con una inversión de S/.20’188.905. Gran avance en comparación con los dos años anteriores, en los que sumó 167 escaleras.
En los primeros meses a Villarán se le criticó por el escándalo de las circulinas alquiladas para vehículos de serenazgo , lo que causó la salida de Gabriel Prado, uno de sus hombres de confianza.
Sin embargo, la denuncia quedó de lado en abril cuando en un polémico fallo el juez Malzón Urbina ordenó desbloquear los accesos a La Parada.
La situación motivó que las autoridades del concejo anunciaran que Tierra Prometida recibiría en octubre a los comerciantes minoristas . Ello no sucedió. Es más, la inacción municipal permitió que el otrora mercado mayorista de La Victoria se siguiera abasteciendo.
No hay inspectores municipales que hagan respetar la zona rígida que rodea La Parada. Pero se prevé que este año la policía impida el ingreso de camiones con mercadería.
La falta de fiscalización también ha permitido que unos 2.500 ambulantes ilegales se apoderen nuevamente de las calles del Centro Histórico.
La calificación de la comuna en materia de seguridad tampoco ha sido positiva. Según el portal de transparencia del Ministerio de Economía, se gastó S/.76’927.599, varios millones menos de lo presupuestado, en rubros como transporte, desarrollo urbano y ambiente.
En seguridad, se instalaron 64 puestos de auxilio rápido y se compraron los días de franco de agentes de 10 comisarías del Cercado. En patrullaje se invirtió 48’425.638.
El 2013 terminó con obras de infraestructura retrasadas, como el túnel Santa Rosa y la Costa Verde Sur, que llevan tres años detenidos.
“Las obras se terminan cuando se terminan bien” , declaró Villarán en octubre al ser consultada sobre el túnel. Los trabajos deberán reanudarse en este mes.
Errores en la elaboración de los expedientes técnicos causaron retrasos en los trabajos de mejoramiento de la Costa Verde, entre San Miguel y Chorrillos. Otro problema para los conductores y peatones fue la demora de cinco meses en la instalación del puente Bailey en la avenida Universitaria.
Para este año, la Municipalidad de Lima tiene asignado un presupuesto superior a los S/.1.393 millones. El 59% de ese monto será destinado a gastos corrientes, transferencias y planillas , y el 15% irá a obras de inversión pública.
Algunas de las obras que se proyectan ejecutar son la ampliación del mercado mayorista de Santa Anita y el intercambio vial de la Av. La Molina-Carretera Central.
El 2014 es el último año para que Villarán haga realidad la tantas veces anunciada reforma del transporte. Pero también es un año electoral en el que la alcaldesa no contará con respaldo político en el concejo municipal. “Villarán debería apuntar a construir un sistema de cogobierno con el PPC ya que no tiene posibilidad de tener una reelección”, opina el analista Víctor Andrés Ponce.