Cilia Flores, la primera combatiente de Venezuela es ya esposa del presidente Nicolás Maduro, según anunció este. Se casaron el lunes en un evento familiar privado.
Aunque Flores y Maduro son pareja desde hace años, su matrimonio pone fin a casi una década de presidente oficialmente soltero, después de los nueve años que vivió en ese estado civil el dos veces divorciado Hugo Chávez.
Eso sí, el oficialismo no habla de primera dama pues la retórica chavista, cargada de eufemismos, no puede permitirse usar tal concepto burgués. En su lugar se refieren a esta férrea abogada de larga experiencia política como la primera combatiente.
Y no sin razón si le hacemos caso a la supuesta voz del comunicador chavista Mario Silva dando parte a un funcionario de la inteligencia cubana, la influencia de Cilia Flores sobre Maduro es enorme, se trataría de una muy poderosa operadora en la sombra.
Entre bromas y veras, hasta Maduro ha hablado de eso: Yo le hago caso a Cilia. Ella es la que gobierna. Mujeres al poder, ella tiene un carácter de hierro, manifestó el mandatario entre risas cuando quedaba casi un mes para las elecciones del 14 de abril, cuando era presidente encargado.
Nadie duda de que a sus 60 años juega un rol político de primer nivel. Ni siquiera la voz atribuida a Silva, que se quejaba: Puede haber alguien que le diga a Nicolás Maduro que deje de estar mostrando a Cilia Flores. Éste es un continente de caudillos y la mujer tiene que estar en la sombra.
No parece que la propia Flores esté dispuesta a aceptar ese caudillismo machista. Tiene un carácter candela pura, oyó. Eso que ustedes ven cuando ella era diputada, exactamente así es en la casa. Pero yo me impongo, con fuerza. La última palabra siempre la tengo yo, cuando le digo ‘así es, mi amor’, dijo Maduro, también entre bromas, en otro momento de la campaña electoral.
Lejos del papel habitual de las parejas de los presidentes, de Flores, exdiputada y anterior procuradora general de la República, no será ninguna segundona, como dijo Maduro. Cilia no será la primera dama porque ése es un concepto de la alta alcurnia, dijo el presidente ante una multitud el día en que inscribió su candidatura presidencial, el pasado 11 de marzo.
POR AHORA Nació en Tinaquillo (Cojedes) en un rancho con piso de tierra, según Maduro. El propio presidente relató que de muy niña, a los cuatro años su familia abandonó esa localidad del centro-norte del país para trasladarse a la periferia de Caracas.
La menor de seis hermanos, se crió como su apellido, en Las Flores de Catia, creció allí y luego en Boquerón donde vive su madre, relató el pasado mes de marzo el presidente en referencia a dos depauperadas barriadas del oeste de Caracas.
A los 32 años se graduó en Derecho en la privada Universidad Santa María. Después se especializó Penal y Laboral. Y en menos de diez años de ejercicio fue que se incorporó al equipo de juristas de Chávez durante sus años de cárcel tras el intento de golpe de Estado de 1992.
Como a tantos venezolanos, le cambió la vida el famoso por ahora expresado por el entonces teniente coronel golpista. Para él consiguió el indulto en 1994.
Fue en esa época que conoció a Maduro. Él haciendo hasta de guardia de seguridad, ella integrando su equipo de defensa legal. Hasta entonces era una profesional del derecho sin militancia política, una abstencionista a la hora de votar.
Encontré a Cilia en la vida. Era abogada de varios militares patriotas presos. Pero era abogada del comandante Chávez, cuando bueno, ser abogada del comandante Chávez en la cárcel… duro, contó Maduro. La conocí en esos años de lucha y después bueno, ella me empezó a picar el ojo. A hacer ojitos, agregó entre risas.
Desde entonces no ha dejado su militancia política. En 1993, fundó el Círculo Bolivariano de los Derechos Humanos y se alistó en el Movimiento Bolivariano MBR-200, fundado por Chávez, al que más tarde siguió a Chávez en el Movimiento V República (MVR) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Desde que junto a Maduro acompañó a Chávez en la victoria electoral de 1998, Cilia Flores ha ocupado diversos cargos de relevancia. Como diputada fue la primera mujer en presidir la Asamblea Nacional. El último fue el de procuradora general de la República, puesto que abandonó para asumir la secretaría ejecutiva de la campaña oficialista tras la muerte del presidente.
Hay un proyecto y hemos estado dispuestos a ocupar cualquier espacio donde se nos coloque, dijo Flores en una reciente entrevista con el periodista Clodovaldo Hernández del diario de línea oficialista Ciudad Caracas. Según su amiga y también diputada Desireé Santos, la actitud de Flores es la del buen soldado, ni se ofrece ni se niega.
¿NEPOTISMO? Tras seis años como diputada, en 2006 se convirtió en la primera mujer en presidir la Asamblea Nacional (AN), con la cámara enteramente dominada por el oficialismo por la no concurrencia de la oposición a las elecciones parlamentarias.
Durante su tiempo al frente de la AN, se pusieron en evidencia las formas rigurosas a las que hace alusión Maduro con varios episodios que levantaron polémica.
Entre los más estridentes están el momento en que le dijo usted es una pecadora a la diputada opositora Pastora Medina y sobre todo sus discusiones con el diputado Ismael García, exchavista con el que se enfrentó en numerosas ocasiones y al que llamó mentiroso repetidamente.
De su gestión también queda que los periodistas no pueden entrar al hemiciclo parlamentario.
Algunos periodistas utilizaron lo que ellos llaman el palco de la prensa para actuar como actores políticos, sacaron pancartas en contra de la entonces presidenta de la AN, Cilia Flores, trataron de sabotear sesiones especiales como la de la enmienda constitucional, justificó recientemente el presidente de la subcomisión, el diputado oficialista Earle Herrera.
Otro de los puntos controvertidos de los años de Flores al frente de la sede parlamentaria fueron la acusación de nepotismo de actores sindicales que consideraron que influyó en la contratación de hasta 40 personas, entre ellas numerosos familiares.
Aquí ingresó mi familia y yo me siento bien orgullosa de que sean mi familia. Los defenderé en esta Asamblea Nacional como trabajadores y defenderé los concursos públicos, respondió en entrevista con un medio local.
I-CHING Con el hermetismo que reina en su entorno ante la prensa, si se quiere conocer a Cilia Flores desde un punto de vista más personal hay que acudir a la entrevista publicada en 2002 en el diario Últimas Noticias por el periodista Eligio Rojas.
Ahí Flores reconoce que la causa de la ruptura de su primer matrimonio fue la infidelidad de su exmarido, Walter Gavidia, y aunque lo califica de excelente persona apunta que como esposo no funcionaba porque es mujeriego. Decepción tras decepción, el amor se va muriendo, dijo.
La ahora esposa de Maduro, también habla de su relación de entonces con él, con el que dijo estar casados de corazón. Con sus tres hijos y el del presidente formaron una familia. El propio mandatario ha dicho que los vástagos de Flores son como sus propios hijos.
En su entrevista con Rojas, al tiempo que se declara católica, bautizada y confirmada, también habla del I-Ching, el milenario libro que a modo de oráculo consultaban los chinos.
Flores no duda en reconocer que acude a él como lo hacían los políticos chinos y asegura que en la víspera del golpe de Estado contra Chávez el 11 de abril de 2002, el I-Ching le reveló lo que iba a pasar.
Lo vulgar, lo oscuro lucha contra lo noble, lo fuerte. No lo hace directamente sino que lo socava lentamente con su acción hasta que finalmente lo derrumba. No es propicio ir a parte alguna. Es una época en que avanzan los vulgares y se encuentra precisamente a punto de desplazar a los últimos vigorosos y nobles que quedan, respondió el oráculo, según el relato de Flores.
En su reciente entrevista con Ciudad Caracas también habla del asunto: No lo hemos consultado porque no lo tenía acá (en la residencia presidencial La Viñeta), pero ya me lo trajeron y uno de estos días haremos la consulta.