Por Jorge Rincón
El futuro de las operaciones militares en Europa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cambió significativamente en los últimos días con los anuncios de la creación de una Fuerza de Reacción más grande y de la instalación de equipamiento militar de Estados Unidos en los países miembros en el este de Europa.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Estas acciones implican un cambio rotundo en la política militar estadounidense en la región. Washington anteriormente se había rehusado a estacionar armamento pesado en el flanco este de la Alianza Atlántica para no alarmar a Rusia.
Ministros, presidentes y oficiales de distintos países miembros de la OTAN se han pronunciado al respecto, algunos aplaudiendo el cambio, pero en el Kremlin lo denuncia como una agresión.
No obstante, es difícil entender por qué esto marca un cambio radical en Europa. A continuación analizamos cuatro puntos sobre esta nueva política.
¿Qué es una Fuerza de Reacción y cómo estará compuesta en Europa?
El propósito de una Fuerza de Reacción es movilizar unidades militares velozmente en caso de una crisis. Esta fuerza estará compuesta por entre 30.000 y 40.000 hombres con la capacidad de desplegarse al campo de batalla en una semana, según anunció el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Las tropas de la fuerza serían proporcionadas por siete miembros principalmente: Alemania, Italia, España, Francia, el Reino Unido, Turquía y Polonia.
Dentro de esta fuerza se encontrará una unidad denominada Fuerza de Reacción Rápida compuesta por alrededor de 5.000 hombres que será capaz de movilizarse con un tiempo de despliegue de 48 a 72 horas, según el diario The New York Times.
Adicionalmente, el Secretario de Defensa Ashton Carter, declaró hoy que Estados Unidos distribuiría alrededor de 250 tanques y vehículos acorazados, al igual que varios tipos de armamento pesado en las repúblicas bálticas además de Bulgaria, Rumania y Polonia.
Asimismo, Carter anunció que el Pentágono proveerá fuerzas especiales para la Fuerza de Reacción Rápida, y apoyo logístico en forma de sistemas de comunicaciones de alta tecnología, extensos servicios de inteligencia y sofisticados sistemas de comando y control.
¿Por qué Estados Unidos decidió estacionar tropas y equipo?
En años recientes, la OTAN se ha enfocado en operaciones lejos de o en los márgenes territoriales de la alianza, como en Afganistán y en Kosovo. Sin embargo, el miedo de que Rusia nuevamente represente una amenaza para la alianza está cambiando los cálculos estratégicos en Washington.
Este miedo se origina en la incorporación de Crimea al territorio ruso en el 2014 y la rebelión separatista en Ucrania que le siguió, donde la inteligencia estadounidense indica que fuerzas especiales rusas forman parte del conflicto, según explica el The Washington Post.
Debido a estos eventos, miembros como los estados bálticos y Polonia han manifestado gran preocupación por la posibilidad de un ataque clandestino ruso en sus territorios, ya que estas naciones también comparten un historial de hostilidades con Rusia desde la era Soviética como también lo ha sufrido Ucrania.
En respuesta a estos miedos y dudas sobre el “compromiso estadounidense” ante los miembros de la alianza, EE.UU. anunció la instalación de equipo militar de alto calibre en los estados miembros de Europa del Este. Carter señaló que Estados Unidos está “decido a defender a sus aliados y al orden internacional”.
Esta instalación de armamentos complementa defensivamente la iniciativa de la OTAN, anunciada el lunes, de crear una Fuerza de Reacción más extensa con ayuda logística y militar estadounidense y aumentar las capacidades militares de los miembros de la Alianza del Atlántico en toda Europa.
Con estos nuevos programas Washington busca tranquilizar a sus aliados de Europa del Este y dejar en claro que está profundamente comprometido a cumplir sus deberes militares como miembro de la alianza en caso de una agresión de parte de Rusia o de cualquier posible rival.
¿Qué naciones se beneficiarían?
Los países más beneficiados serán Rumania, Polonia y Bulgaria y las repúblicas bálticas de Estonia, Lituania y Letonia. Estas naciones se encuentran geográficamente más próximas a Rusia y serían las más susceptibles a un ataque por parte de Moscú, según explican oficiales del ministerio de defensa de Estonia al The New York Times.
Los ejércitos de estas naciones no son muy grandes, ni están equipados con armamento pesado. Las repúblicas bálticas, las únicas que comparte una frontera terrestre con Rusia, por ejemplo, cuentan con entre 5.000 y 10.000 efectivos y con capacidades aéreas y marítimas mínimas, según informa el periódico estadounidense.
Es por esto, que la creación de una Fuerza de Reacción más grande y con equipamiento moderno es crucial para la defensa de estos países, ya que un enemigo que cuente con superioridad tanto tecnológica y numérica, como sería el caso de Rusia, puede neutralizar rápidamente a las fuerzas armadas de estas naciones.
De igual manera, la nueva Fuerza de Reacción Rápida aumentará las probabilidades de que refuerzos lleguen a tiempo a cualquier zona de combate en Europa, debido a las mejoras en el tiempo de despliegue de la fuerza general y la unidad especializada, recalcó Stoltenberg.
Esta mejora es de gran importancia estratégica para las naciones aliadas de Europa del Este, que temen poder ser víctimas de una invasión limitada y expedita como fue el caso en Crimea o en la región de Donetsk, Ucrania según Misker.
¿Cómo reaccionará Rusia?
Rusia ha criticado la movilización de recursos militares en Europa del Este catalogándolo como el “paso más agresivo tomado por el Pentágono y la OTAN desde la Guerra Fría”, según el general ruso Yuri Yakubov.
Yakubov también declaró que “todo el perímetro alrededor de la frontera Oeste de Rusia” sería fortalecido con unidades de artillería e infantería pesada apenas Rusia detecte el crecimiento de armamento o tropas estadounidenses en Europa del Este.
Más alarmante aún, fue el anunció del Kremlin, hecho por el presidente ruso, Vladimir Putin el pasado 16 de junio, de que tiene intenciones de aumentar el arsenal nuclear ruso este año por alrededor de cuarenta misiles balísticos intercontinentales.
Estos misiles también contarán con la última tecnología para vencer cualquier sistema anti-misiles instalado en los objetivos, explicó el presidente Putin.
Aunque la posición y la retórica del Kremlin se ha vuelto cada vez más desafiante, el presidente Putin dijo en una entrevista este mes con el periódico italiano Corrriere Della Sera que solo “una persona desquiciada” pensaría que Rusia atacaría a la OTAN.
Sin embargo, los recientes anuncios por parte de la OTAN y el Pentágono parecen haber cambiado la estrategia rusa en cuanto a la defensa de su frontera Oeste, abriendo la posibilidad de una nueva carrera armamentista en Europa.