Hoy, personas de todo el mundo alzan una cerveza para celebrar el Día de San Patricio, el patrono de Irlanda. Por eso, el trébol de tres hojas y los leprechauns -pequeños hombres que, se cree, pueden revelar la ubicación de un tesoro- dominan la escena que se tiñe de verde a un punto tal que algunos ríos se cambian a este color para sumarse a esta fiesta.
El 17 de marzo fue decretado feriado nacional para el país europeo en 1903 como una forma de recordar a este santo en la fecha de su muerte, pero ¿por qué esta celebración está asociada con el consumo de cerveza? Hace muchos años, ese era el único día en el que los cristianos podían dejar de lado las restricciones en cuanto al consumo de bebida y comida.
La importancia de San Patricio reside en que este hombre, podía explicar el ministerio de la Santísima Trinidad con un trébol de tres hojas (un amuleto de buena suerte para los irlandeses).
Además, cuando tenía 16 años lo capturaron piratas y lo vendieron como esclavo, aunque pudo escapar a Francia y allí se convirtió en sacerdote. Tres décadas más tardes volvió a Irlanda y se convirtió en el primer hombre en predicar el catolicismo en este país. Finalmente, murió el 17 de marzo del año 461.
En 1996 se hizo el primer gran desfile en Dublin (la capital irlandesa) y, a partir de este momento, el gobierno comenzó a trabajar para que esta festividad se vuelva parte de la identidad nacional.
Además, como consecuencia de una migración multitudinaria que se produjo en el siglo XIX, esta festividad ganó presencia en diversos países del mundo donde hay una fuerte comunidad irlandesa. Esto sucede, por ejemplo, en Argentina donde, al haber aproximadamente dos millones de argentinos cuyos orígenes se remiten al país de San Patricio, habita la quinta comunidad irlandesa más grande.
A continuación, 10 claves sobre el Día de San Patricio:
1.- San Patricio, de hecho, no era irlandés y ni siquiera nació en la isla. Sus padres eran ciudadanos romanos que vivieron en Escocia o Gales (este dato divide a los expertos) hacia el 385 DC.
2.- Llegó a Irlanda con 16 años como esclavo, pero escapó a los 22 y regresó a Inglaterra, donde se convirtió en sacerdote. De vuelta en Irlanda, emprendió la tarea de cristianizar a la población.
3.- Al parecer, “sedujo” a los nativos paganos con un trébol -con el que les explicó el misterio de la Santísima Trinidad- y expulsando a las serpientes. No obstante, el trébol, omnipresente en “Saint Patrick's Day”, no el símbolo de Irlanda (es el harpa), y en la isla nunca ha habido serpientes, debido a sus frías temperaturas.
4.- El color de San Patricio no fue el verde, sino el azul. El cambio, sostiene algunos expertos, refleja mejor las tonalidades del paisaje irlandés o, quizá, se debe a que los rebeldes irlandeses se identificaban con el verde, frente al azul de los invasores británicos.
5.- San Patricio no es solo el patrón de Irlanda. También lo es de la ciudades de Boston (EE.UU), Melburne (Australia), Loiza (Puerto Rico) y Murcia (España).
6.- Los irlandeses tienen fama de ser grandes bebedores de cerveza. Quizá sea verdad, pero lo cierto es que los “pubs” de este país no comenzaron a abrir en San Patricio hasta 1970, cuando pasó de ser fiesta religiosa a nacional.
7.- Además del jolgorio en los bares, una de las destacadas atracciones el 17 de marzo son los tradicionales desfiles de San Patricio, especialmente numerosos en las principales ciudades estadounidenses y en Dublín.
8.- El desfile más antiguo es el de Nueva York, el cual se remonta a 1766, mientras que el primero en la capital irlandesa no se celebró hasta 1903.
9.- El río Liffey de Dublín y el de otras grandes ciudades del globo se tiñen de verde durante unas horas. Y si vale para los peces, también vale para las personas, por lo que es totalmente seguro beber pintas de cerveza verde.
10.- Tampoco hay riesgo de que se agoten los barriles. Cada día se consumen en todo el mundo unos 5,5 millones de pintas de Guinness, pero en San Patricio esa cifra se dobla. ¡“Sláinte”! (salud en gaélico).
Fuente: “La Nación” de Argentina, GDA / EFE