Manila. El asesor del presidente Rodrigo Duterte para la paz de Filipinas, Jesus Dureza, dimitió en medio de la escalada de hostilidades con la guerrilla comunista y a dos meses del plebiscito en el Bangsamoro para implementar un acuerdo de paz en esa región de mayoría musulmana en el sur del país.
“Tristemente he aceptado la dimisión del señor Dureza”, adelantó el presidente filipino, Rodrigo Duterte, en un acto anoche en la isla de Bohol, según informó su oficina en un comunicado.
Duterte señaló que había despedido a dos altos cargos de la Oficina del Asesor Presidencial para el Proceso de Paz (OPAPP, en inglés), Ronald Flores y Yesther Donn Baccay, por su implicación en casos de corrupción.
“Estoy triste porque a pesar de mis esfuerzos por cumplir con su firme campaña anticorrupción, fracasé. Dejé las funciones internas de la oficina a otros funcionarios mientras concentraba mi atención en los desafíos de la paz”, apuntó Dureza en su carta de dimisión dirigida a Duterte.
En la misiva, hecha pública en sus redes sociales, Dureza asume “total responsabilidad” por la corrupción y explica que su dimisión pretende facilitar la reorganización de la OPAPP.
Dureza se ocupó desde 2016 de liderar las conversaciones de paz con las principales insurgencias del país, la guerrilla comunista del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), con dispares resultados.
El mayor triunfo de la oficina fue lograr en julio que las dos cámaras del Congreso aprobaran la Ley de Autonomía del Bangsamoro, para implementar el acuerdo de paz firmado en 2014 con el FMLI, el mayor grupo rebelde musulmán de Filipinas, que gobernará esa región a cambio de deponer la lucha armada y sus aspiraciones separatistas.
Las provincias incluidas en el Bangsamoro, una nueva región de mayoría musulmana ubicada en el oeste de la isla de Mindanao, votarán en plebiscito el próximo 21 de enero esa ley que busca poner fin a cinco décadas de conflicto separatista que causó unas 120.000 víctimas.
Dureza también encabezó el proceso de paz con representantes de la guerrilla maoísta del NEP y su brazo político, el Partido Comunista, un diálogo en el que se logró un alto el fuego por varios meses en 2017, pero que se estancó el pasado junio con la decisión de Duterte de suspender las negociaciones.
La estrategia gubernamental ha pasado a la hostilidad con el despliegue de tropas adicionales en las áreas de Filipinas con más presencia del NEP, cuya rendición el Gobierno de Duterte pronostica para 2019.Fuente: EFE