Washington. El presidente estadounidense y el mandatario de Corea del Sur iniciaron el martes una serie de reuniones para coordinar una inminente cumbre entre Donald Trump y el líder norcoreano. Aunque al mismo tiempo, Trump sugirió que podría aplazarse el encuentro con Kim Jong-un que originalmente está previsto para el 12 de junio en Singapur.
El presidente surcoreano Moon Jae-in llegó el martes a la Casa Blanca.
El encuentro ocurre en momentos en que las gestiones de reconciliación entre las dos Coreas sufren un duro revés: la semana pasada Pyongyang canceló su participación en una reunión con los surcoreanos en protesta por unas maniobras militares efectuadas entre Seúl y Washington.
El líder norcoreano además en ese momento amenazó con cancelar la cumbre con Trump en protesta por la insistencia estadounidense en que las fuerzas norcoreanas deben abandonar totalmente sus armas nucleares.
A pesar de las amenazas, la cumbre era el tema principal de la reunión entre Trump y Moon. El vicepresidente Mike Pence declaró que Trump ansía tener “una discusión completa” y enfatizó que la planificación para la cumbre sigue adelante.
En declaraciones a Fox News Radio, Pence dijo que “sería un error” si los norcoreanos creen que pueden “aprovecharse” del presidente. Pence se quejó de que los gobiernos de Bill Clinton y de George W. Bush fueron engañados por el gobierno norcoreano.
“En ese momento les ofrecimos concesiones al régimen norcoreano a cambio de promesas de que pondrían fin a su programa nuclear, pero ellos violaron esas promesas”, dijo Pence.
Si bien Trump no ha dado indicios de que desea cancelar la cumbre, no ha explicado bien cuáles son sus objetivos para la reunión.
Fuente: AP