La comisión electoral a cargo de los comicios presidenciales en Egipto extendió por un día más las elecciones luego de dos jornadas de escasa asistencia a las urnas.
Los centros de votación debían cerrar el martes a las 10:00 p.m. (2:00 p.m. en Perú) pero, tras la controvertida decisión, el proceso se extendió a este miércoles.
Las autoridades indicaron que la jornada adicional tiene como objetivo beneficiar “a los ciudadanos que no han podido votar debido a los problemas vinculados a su domicilio”.
Pero analistas locales y corresponsales extranjeros consideran que la apatía electoral podría ser una razón de peso detrás de la medida.
El corresponsal de la BBC en Egipto Kevin Connolly informó que en varios centros electorales los oficiales de policía superaban el número de votantes.
En una elección en la que, según los sondeos, el jefe militar Abdul Fattah al Sisi iba a ser el candidato más votado, el nivel participación se ha vuelto un factor clave para legitimar el nuevo mandato presidencial.CALOR PERO NO ENTUSIASMOConnolly señaló que tanto Sisi como el gobierno interino, la prensa oficial y el poderoso ejército egipcio han actuado durante estos meses como si la elección fuera una formalidad y la victoria fuera inevitable.
“Puede ser que se hayan excedido tanto en su actitud que parte del electorado resultó alienada, e incluso los que apoyan a Sisi no ven cuál es el punto de ir a votar”.
Miembros de la campaña de Hamdeen Sabahi, el único candidato que compite con el general, estimaron que la participación electoral no superó el 15% el lunes y la afluencia a las urnas fue aún menor el martes.
El gobierno ha dicho que las altas temperaturas registradas este martes, inusuales en esta época del año, habrían conspirado contra la asistencia a los colegios electorales.
Ese día el voto se extendió por una hora más y la jornada fue declarada feriado para promover la participación electoral.
Los funcionarios electorales han amenazado con una multa de 500 libras egipcias (unos US$72) para todos aquellos que no voten.MILITARES EN EL PODEREsta es la segunda elección presidencial desde que la revolución de 2011 sacara del poder a Hosni Mubarak, quien gobernó el país durante cerca de cuatro décadas.
El anterior presidente electo, el islamista Mohamed Mursi, que fue depuesto por Sisi en julio de 2012, resultó elegido en unos comicios que contaron con el 52% de participación.
“Sería particularmente embarazoso para Sisi obtener menos de 13 millones de votos, el número logrado por Mursi”, señaló Connolly.
El escaso entusiasmo electoral de estos comicios puede deberse a diferentes causas.
Por un lado, los Hermanos Musulmanes -la agrupación de Mursi que fue declarada ilegal por el gobierno interino- llamaron al boicot.
Por otro, en la otra parte del espectro político, ciertos sectores liberales de la juventud egipcia -actores clave en la caída de Mubarak y en el proceso conocido como “Primavera Árabe”- expresaron su rechazo a las restricciones a las libertades individuales impuestas por el gobierno interino.
También están aquellos que simplemente son reticentes a la idea de que otro hombre vinculado a las fuerzas armadas (como Mubarak, Anwar Sadat y Gamel Nasser) gobierne el país.