El Cairo. La familia de un periodista canadiense-egipcio que trabajaba para la división en inglés del canal de televisión Al Jazeera y que está preso en Egipto reveló hoy que había solicitado su deportación y que un alto funcionario les dijo que el proceso está en su “fase final”.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Tres periodistas de la división en inglés de Al Jazeera —el canadiense-egipcio Mohamed Fahmy, el australiano Peter Greste y el egipcio Mohamed Baher— han estado encarcelados desde hace más de un año por cargos relacionados con el terrorismo.
La semana pasada, un tribunal egipcio ordenó un nuevo juicio, después que en junio pasado Greste y Fahmy fueron condenados a siete años de prisión y Baher a 10 años.
Los casos han provocado una condena generalizada de grupos internacionales de los derechos humanos y otros medios de comunicación, que afirman que los periodistas fueron encarcelados injustamente sólo por hacer su trabajo. La familia de Greste dijo que también solicitó su deportación.
Jailed #Australian @AJEnglish journalist asks to be deported from #Egypt http://t.co/pPJUlnSkka pic.twitter.com/IpNCSjSF5y— DW (English) (@dw_english) enero 2, 2015
Jailed Canadian journalist @MFFahmy11 about to be deported from Egypt, says family http://t.co/bp9uiRnwFI pic.twitter.com/rbeJPcegh1— Canada.com (@CanadaDotCom) enero 6, 2015
En su primer juicio, los fiscales no presentaron pruebas concretas, sólo muestras de los reportajes del equipo sobre las protestas, sin indicios de falsificación o de alguna supuesta conexión con Los Hermanos Musulmanes, un grupo que fue designado como organización terrorista tras la expulsión del presidente islamista Mohamed Mursi en 2013 por parte de los militares egipcios.
En noviembre, el presidente Abdul Fatá El Sisi emitió un nuevo decreto por el cual tiene el poder de deportar a extranjeros, acusados o condenados de delitos, una medida que podría permitir que libere a Fahmy y a Greste. Sin embargo, el caso de Baher parece más complicado, pues tiene sólo la ciudadanía egipcia.
Se cree que los casos contra los tres periodistas tienen que ver con la rivalidad de Egipto con el gobierno de Catar, que financia a Al Jazeera, con sede en Doha, y que era un aliado cercano de Mursi. En las últimas semanas, Egipto y Catar han tratado de descongelar sus ásperas relaciones, elevando las esperanzas de que los tres periodistas puedan ser liberados.
Fuente: AP