Antes de que el COVID-19 lo transformara todo, muchos de los compatriotas que viven en el exterior aprovechaban las elecciones en el Perú para reencontrarse con el país a través de las urnas y las charlas afuera de los centros de votación. Más tarde, los análisis y comentarios sobre la jornada se mezclaban con la nostalgia y los platos nacionales, mientras familias y amigos aguardaban el flash electoral. Este año, sin embargo, no hay espacio para las reuniones o la confraternización. El golpe ha sido especialmente duro en Chile, donde los peruanos residentes recibieron la noticia de que no podrán votar.
La decisión, que afecta a una de las comunidades de peruanos más grandes en el exterior, fue anunciada a inicios de abril luego de que la Cancillería chilena enviara un comunicado a Torre Tagle.
MIRA: Chile registra 8.195 nuevos casos de coronavirus en un día, la mayor cifra de toda la pandemia
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) explicó que la medida obedece a “que en dicho país se encuentran vigentes las medidas sanitarias impuestas con motivo de la COVID-19 que limitan de manera muy estricta el desplazamiento de las personas residentes en ese país, incluyendo a nuestros connacionales”. En Chile rige un estado de excepción por catástrofe con cuarentena general debido a un aumento de contagios de COVID-19.
Para algunos miembros de la comunidad peruana en Chile la medida evoca una mezcla de decepción y tranquilidad. En el vecino del sur estaba previsto la instalación de 392 mesas de sufragio para el voto de 117,140 mil electores, según la ONPE.
“El anuncio de que no podremos votar fue un poco decepcionante. Si bien intuíamos que las elecciones podían ser suspendidas, debido al estado de cuarentena en que había entrado la Región Metropolitana (la capital), no esperábamos que eso ocurriese, tratándose de un proceso electoral. Pero tiene sentido porque el país estaba entrando a una fase de incremento de casos”, dice a El Comercio José Ragas, peruano que lleva dos años y medio en Chile, donde es profesor de planta en el Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El compatriota recuerda que el Gobierno chileno había buscado postergar sus propias elecciones a la Asamblea Constituyente y llevarlas a cabo en mayo, con todos los problemas logísticos y discusiones que eso conllevaba. “Hubiese sido extraño que los inmigrantes peruanos votaran mientras los ciudadanos del país no pudiesen hacerlo”, agrega.
Katterine Núñez lleva 11 años en Chile y esta será la primera vez que no podrá votar en unas elecciones peruanas. Dice que toma la decisión con tranquilidad porque el aumento de contagios en Chile es preocupante.
“Incluso si hubiera votaciones aquí en Chile no asistiría por dos cosas. Primero, por miedo a contagiarme y también porque no tengo ni un candidato en mente que quiera que gobierne a mi país. Prefiero pagar una multa”, dice a este Diario Núñez, que tiene junto a su esposo una microempresa en Santiago.
Contenido Sugerido
Contenido GEC