Eran países democráticos aliados con intereses comunes, y sin embargo, según documentos filtrados por WikiLeaks, Estados Unidos espió a los últimos tres presidentes de su aliada Francia entre 2006 y 2012.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y Francois Hollande, que aún es presidente, estuvieron, según la filtración, en el punto de mira de la inteligencia de Estados Unidos.
Ocurrió supuestamente a través de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA por sus siglas en inglés) y aunque ni Estados Unidos ni Francia han hecho comentarios oficiales sobre la veracidad de la acusación, a pocos ha sorprendido.
De hecho, la NSA ya fue acusada hace unos meses de espiar a otra aliada de Estados Unidos: la canciller alemana Angela Merkel.
Y en 2013 se conoció que Washington también espiaba a Dilma Rousseff, la mandataria de Brasil.
¿Pero no hay un código de caballeros entre países aliados? ¿Es habitual espiar a los “amigos”?
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Según Scheuer, cuando hubo un enemigo común, los aliados occidentales se abstuvieron de espiarse entre sí.
“ESTO YA NO ES LA GUERRA FRÍA”
Según Michael Scheuer, ex jefe de la CIA, historiador y profesor de Estudios de Seguridad de la universidad de Georgetown, en Estados Unidos, “esto ya no es la Guerra Fría”.
“Ciertamente es una era diferente, comparado con cuando yo empecé a trabajar en inteligencia”, dijo en una entrevista con la BBC.
“Se parece mucho más al siglo XIX, cuando cada país se ocupaba de lo suyo”.
“Ahora somos todos competidores económicos, no hay necesidad de unidad”, dijo.
Según explicó Scheuer, en los momentos en que hubo una clara amenaza de un enemigo común, los aliados occidentales formaron un “club cerrado” y se abstuvieron de espiarse entre sí.
Pero indica que ahora no hay un enemigo común, a pesar de que Occidente ha “fabricado” una supuesta amenaza del presidente ruso Vladimir Putin.
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La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos ya fue acusada hace unos meses de espiar a la canciller alemana Angela Merkel.
¿QUÉ QUERÍA SABER ESTADOS UNIDOS DE LOS FRANCESES?
Las acusaciones dadas a conocer esta semana se refieren al período entre 2006 y 2012.
Según Scheuer en esos años Estados Unidos estaba muy interesado en conseguir información sobre el liderazgo que el ex presidente Sarkozy tuvo en la intervención militar en Libia.
“También estábamos interesados en saber cómo los europeos, y en particular creo que los franceses, estaban lidiando con la crisis económica”, añadió.
En el caso más reciente, con el aún presidente Hollande, Scheuer cree que lo que Estados Unidos buscaba era información sobre la intervención militar de Francia en Mali, que Estados Unidos también apoyó.
Scheuer sugirió que esta situación no se habría dado durante la Guerra Fría.
“Al menos por la manera en la que nos formaron, en la que nos entrenaron, no espiábamos a los aliados de la OTAN, éramos un club cerrado”, comentó.
Pero según Scheuer la situación ha cambiado y no hay una amenaza real que provoque la unión de los aliados.
“Todavía no hemos reconocido la amenaza islamista, aunque eso quizás genere una unidad más adelante”, añadió.
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Según Scheuer, estamos en una era de espionaje diferente a la de la Guerra Fría.
¿TODAVÍA OCURRE HOY?
Las acusaciones de espionaje filtradas por WikiLeaks son muy recientes y muchos se preguntan si la inteligencia estadounidense no habrá seguido espiando a sus aliados incluso después de 2012.
Scheuer cree contundentemente que sí. “Los problemas que nos interesaban siguen vigentes hoy”.
Según el ex jefe de la CIA espiar “es la segunda profesión más antigua del mundo” y espiar a los aliados tampoco es una actividad exclusiva de los agentes de la inteligencia estadounidense.
“Si lees sobre cómo Estados Unidos entró en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial verás que los británicos estaban recogiendo inteligencia en nuestra contra antes de ambas guerras y que la utilizaron para poner presión sobre nuestro público para que apoyaran nuestra participación en esas dos grandes guerras”, dijo.
“No lo digo con ninguna hostilidad, simplemente eso lo que hacen los estados”, comentó.
“Así que hoy en día probablemente no deberíamos sorprendernos tanto, ahora todos escuchan a todos”.
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Según el ex jefe de la CIA espiar “es la segunda profesión más antigua del mundo”.
“CIERTO SECRETISMO ES NECESARIO”
El profesor de Estudios de Seguridad dijo también que en un contexto como el de la OTAN, que pasó de tener 14 miembros a 28, el interés en espiar sigue siendo relevante.
“Seguro que queremos seguir vigilando qué hacen los búlgaros o los de Europa del este de cara a los rusos, así que este es un mundo muy diferente y con unos requerimientos muy distintos”.
Scheuer no cree que las filtraciones de WikiLeaks sean algo “bueno”.
“Yo sospecho que los franceses probablemente sabían que estábamos escuchando y ahora tienen que jugar el papel y habrá un periodo de distanciamiento entre nosotros que luego se pasará”, dijo.
“Hay demasiado secretismo en los gobiernos, especialmente en la OTAN, pero creo que merece la pena tener cierto nivel de secretismo aunque sólo sea para que los enemigos no vean cómo los miembros se escupen entre sí”, concluyó.