Nadie puede negar que en Cuba algo está cambiando. La embajada estadounidense abrirá este mes, dejando poco a poco atrás décadas de fuerte hostilidad con Washington.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Pero también hay cosas que parecen inmunes al tiempo en la isla, como Granma, el diario oficial del Partido Comunista de Cuba. El periódico no ha alterado ni su estilo ni su mensaje desde su fundación en plena Guerra Fría.
¿Podrá sobrevivir ahora en tiempos de cambio y competir con los grandes multimedios del siglo XXI? El corresponsal de BBC Mundo en Cuba, Will Grant, visitó la redacción del diario en La Habana.
“El órgano oficial del Partido Comunista”
Tazas de café, el crujir de papel periódico, periodistas que discuten los titulares del día… Para quien lo ve desde fuera, puede ser una reunión editorial cualquiera.
Pero Granma no es igual que otros diarios. Es la voz del partido comunista cubano desde hace más de 50 años.
Entre los titulares más recientes del periódico se podía leer: “Legisladores rusos resaltan primera biografía de Raúl Castro” y “Fidel es un fuera de serie”.
El director general, Pelayo Terry Cuervo, me muestra la redacción. Las paredes estan decoradas con fotos de los hermanos Castro leyendo el periódico.
El diario está a punto de presentar un nuevo diseño de portada y de modernizar su página web con más contenido de video.
Pero a pesar de los cambios que se están llevando a cabo en Cuba, Terry dice que el objetivo de Granma se mantiene.
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El director general, Pelayo Terry, cree que Granma es más que una herramienta de propaganda del gobierno cubano, aunque sea “un periódico de la revolución”. (Foto: BBC Mundo)
“Granma es el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba. Y el partido, según la Constitución de la República, es el que guía a la sociedad cubana. Por lo tanto, la principal misión que tiene Granma es reflejar esta sociedad con sus matices, sus problemas y sus logros”.
Terry es consciente de que muchos críticos de Granma dicen que no refleja la sociedad cubana, sino sólo el punto de vista del Partido Comunista. Pero él no está de acuerdo.
“Me parece que a Granma le sigue faltando hoy como periódico acercarse todavía mucho más a la realidad del país. Pero no creo que no lo esté haciendo”.
“Los primeros críticos de que el periódico no es lo que necesitamos que sea, somos los que estamos dentro de él, tratando primero de mejorarlo”, se defiende.
Más que una herramienta de propaganda
Terry admite que Granma no tiene independencia editorial de los funcionarios y las decisiones del partido.
Pero tampoco cree que debería tenerla, ya que, asegura, la razón por la que muchos leen el diario es para enterarse de la posición oficial del gobierno cubano en asuntos del Estado.
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El corresponsal de la BBC Will Grant, viendo fotos de archivo de Fidel Castro en la sede del diario de Granma en La Habana. (Foto: BBC Mundo)
Lo que sí que descarta contundentemente es que Granma sea una simple herramienta de propaganda de la Guerra Fría, sin lugar a críticas.
Por ejemplo, señala Terry, hace 6 o 7 años tener una doble página con las opiniones de los lectores, era algo imposible en Granma.
“Tener hoy una página de opinión donde los profesionales cuestionan y hablan de los problemas que tiene la sociedad, hace 3 o 4 años quizás no era normal. No creo que (Granma) esté detenido en el tiempo. Me parece que ha estado evolucionando desde su fundación hace 50 años”, añade.
Sin embargo, para muchos críticos, el diario está precisamente “detenido en el tiempo”, tanto editorial como tecnológicamente.
Archivos extraordinarios
Mientras otros diarios piensan obsesivamente en las redes sociales, Anita –una archivista que ha trabajado en el diario desde su fundación– sigue tecleando en su máquina de escribir las fichas de archivo.
Los archivos del periódico son extraordinarios.
Allí hay negativos y fotos de cada año desde la revolución. No están digitalizados, sino meticulosamente registrados en fichas.
Hay miles de imágenes nunca publicadas de Fidel y Raúl Castro, del Che Guevara y Camilo Cienfuegos, guardadas en cajones en una habitación polvorienta que no tiene la temperatura regulada para la conservación de las imágenes.
Se trata de un verdadero tesoro para cualquier reportero que quiera documentar la revolución, sin duda. Pero un tesoro que esta dañándose en el calor del Caribe.
“Siempre habrá una confrontación ideológica”
Los periodistas más jóvenes de Granma entienden que sus detractores, especialmente en Miami, digan que un diario en manos del estado no tiene lugar en la Cuba actual.
Pero el editor de asuntos internacionales, Sergio Gómez, contesta que el periódico es más relevante hoy que nunca.
“Hay retos por delante, pero es tanta la importancia que tiene este medio en particular y la comunicación en un escenario de confrontación política como hemos tenido en los últimos 50 años, que no va a cambiar drásticamente”.
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Sergio Gómez, editor de asuntos internacionales de Granma, cree que siempre va a haber una confrontación ideológica entre Cuba y Estados Unidos. (Foto: BBC Mundo)
El hecho de que los gobiernos en Washington y La Habana estén a punto de reabrir embajadas en los dos países no cambia las diferencias fundamentales, dice Gómez.
Y cree que Granma tiene un papel no solo de reportar, sino de reflejar estas diferencias en las dos visiones de Cuba.
“A pesar de todo lo que está pasando entre Cuba y Estados Unidos, creo que siempre va a haber una confrontación ideológica entre ambos. Y en esta lucha de ideas, tenemos que seguir combatiendo de cierta manera”, afirma.
A partir de la medianoche, una vez que los periodistas –y los funcionarios del partido– le han dado la luz verde a la última edición de Granma, se pasa a las imprentas en el edificio de al lado.
Las imprentas que usan son de la era soviética, aunque también están a punto de ser cambiadas por nuevas máquinas chinas.
Pero si renovar las imprentas es relativamente fácil, lo que será más difícil para Granma será encontrar un nuevo espacio en el cambiante escenario de los medios del siglo XXI.