Los bomberos de Dunmore (Nueva Gales del Sur) registraron el momento cuando huyeron del fuego, justo antes de que las llamas arrasaran con todo. Este peligro suceso, que muestra la densidad de los incendios forestales de Australia, ha sido viralizado rápidamente en las redes sociales.
La carretera, que inicialmente parecía una zona segura y tranquila, en pocos minutos quedó envuelta en una nube de fuego que terminó arrasando con todo.
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Fue un inesperado cambio en el viento lo que propició el inmediato acercamiento de las llamas hacia el bosque.
“Esto demuestra lo que sucede en poco más de 3 minutos. El equipo continuó por otros 9 minutos en el terreno y se trajo un resultado positivo, con una tripulación completamente segura, un camión protegido y la propiedad salvada. Se le recuerda a la gente que debe respetar las advertencias. Este no es un lugar agradable para estar cuando un incendio impacta en cualquier momento, sin previo aviso”, escribió el Cuerpo de Bomberos de Dunmoreen en Facebook.
Por otro lado, las autoridades de Canberra, en Australia, declararon el viernes el primer estado de emergencia en casi dos décadas, a raíz de los incendios forestales que arrasan esa región y amenazan barrios periféricos de la capital.
El ministro jefe del Territorio de la Capital Australiana, Andrew Barr, dijo que la medida “es efectiva ahora y estará vigente mientras Canberra esté en riesgo”.
Así, esta medida constituye una preparación para las condiciones meteorológicas que se esperan para los próximos días, cuando los incendios podrían afectar los suburbios del sur de la ciudad.
La situación “puede volverse incontrolable”, advirtió Barr. “Un estado de emergencia es la señal más fuerte que podemos enviar a la comunidad local de que debe prepararse y preparar a sus familias”.
Es la primera vez que se declara un estado de emergencia en el Territorio de la Capital Australiana desde 2003, cuando los incendios destruyeron casi 500 viviendas.
La principal amenaza proviene de un enorme incendio en el valle de Orroral, que ya ha convertido en cenizas alrededor de 18.000 hectáreas de matorrales en su mayoría remotos.
Las temperaturas alcanzaron el jueves los 40 grados centígrados (104 grados Fahrenheit) en el estado de Australia del Sur, donde se emitieron advertencias de clima peligroso en varias áreas propensas a incendios forestales.
Se espera que la ola de calor llegue a Melbourne y Canberra el viernes, y que partes de Sídney alcancen los 45 grados centígrados el fin de semana.
Las autoridades dicen que el calor abrasador, acompañado de vientos secos, traería severas condiciones de incendios forestales a parte de Nueva Gales del Sur y Victoria, dos estados donde aún hay más de 80 incendios.
El clima extremo ha azotado partes de Australia en las últimas semanas, trayendo granizo gigante, inundaciones y deslizamientos de tierra.
Al menos 33 personas han muerto y vastas zonas del país han sido quemadas desde septiembre.