La represa de Mosul, a unos 400 Km al norte de Bagdad, en Iraq, está considerada como una bomba de tiempo.
La presa contiene 12.000 millones de metros cúbicos de agua y provee energía eléctrica para millones de hogares e irrigación para miles de cultivos.
Fue construida hace más de tres décadas pero la falta de mantenimiento, cimientos débiles, maquinaria antigua y un paro laboral por falta de pago ha dejado a la presa al borde del colapso.
Más de 500.000 personas que viven en los alrededores corren peligro de perder su ganado, sus hogares y sus vidas.