Tokio. La madre del periodista japonés retenido por el Estado Islámico (EI) hizo un llamado ante los medios para pedir la liberación de su hijo, coincidiendo con el final del ultimátum dado por el grupo yihadista para su ejecución.
“Por favor, salven la vida de Kenji”, pidió Junko Ishido, madre del periodista Kenji Goto, al Gobierno Japonés.
El llamamiento de Ishido se produce cuando está a punto de cumplirse el plazo de 72 horas que el EI impuso al Gobierno de Japón para pagar 200 millones de dólares a cambio de la vida de Goto y del empresario Haruna Yukawa.
“Miembros de EI, por favor, libérenlo, (Kenji) no es su enemigo”, dijo la mujer con el rostro compungido. “Mi hijo es gentil desde pequeño y siempre decía que quería salvar la vida de los niños en la guerra. Trabajaba desde un punto de vista neutral sobre los conflictos”, apuntó.
Durante su intervención, Ishido se dirigió al grupo yihadista para recalcar que el artículo 9 de la Constitución nipona prohíbe la intervención del país en conflictos bélicos.
“Kenji es una persona con un fuerte sentido de la justicia. Si lo liberan, se dedicaría a trabajar para el futuro de la Tierra y de los niños”, alegó, añadiendo que intercambiaría gustosa su vida para salvar la de su hijo.
En el video difundido el martes en Internet, el Estado Islámico amenazaba con ejecutar a los rehenes japoneses Haruna Yukawa y Kenji Goto, si no recibía el pago de 200 millones de dólares en un plazo de 72 horas.
El Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, asegura que no ha recibido una comunicación directa por parte de EI en relación a unos plazos concretos.
Viudo y de 42 años de edad, Yukawa fue secuestrado a mediados del pasado agosto, mientras colaboraba supuestamente ofreciendo asistencia logística a un grupo rebelde implicado en la guerra civil siria y rival de EI.
Goto, de 47 años, se había desplazado al territorio sirio controlado por el EI a comienzos del pasado octubre con la intención de cubrir el conflicto sobre el terreno. El periodista tenía previsto regresar a Japón el día 29 de octubre y habría sido secuestrado pocos días antes, cuando perdió el contacto con sus allegados, según medios nipones.
El portavoz del Gobierno de Japón, Yoshihide Suga, dijo en rueda de prensa: “Estamos en una situación extremadamente difícil, pero seguimos haciendo el máximo esfuerzo con el fin de liberar a los rehenes japoneses”.