Ciudad de Guatemala. La Cancillería de Guatemala informó hoy que concluyó con la documentación del trámite para repatriar los restos de la niña de siete años Jakelin Caal Maquin, quien falleció bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, y solicitó al Gobierno estadounidense una investigación para esclarecer el caso.
El Consulado de Guatemala en Del Río, Texas, completó este martes “al 100 por ciento” con la documentación que da “vía libre” para continuar con el proceso de repatriación de la niña desde el sureño Estado de Texas hacia su comunidad, en el departamento de Alta Verapaz, en el norte de Guatemala, sostuvo la Cancillería en sus redes sociales.
La canciller Sandra Jovel envió este lunes una nota diplomática al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en la que solicita que “por conducto del Departamento de Estado le comparta al Gobierno de Guatemala el expediente de informe de las autoridades migratorias y hospitalarias para saber qué fue lo que pasó con la menor”, explicó a Efe la directora de Comunicación Social de la Cancillería, Marta Larra.
En la misiva, Jovel le pide a Pompeo que se continúe brindando acceso a la información a los funcionarios consulares guatemaltecos “con el fin de que se esclarezca lo que pasó y se siga respetando el debido proceso”, añadió Larra.
La comunicadora detalló a la agencia Efe que el padre de la menor, Nery Caal, se encuentra bajo una orden de supervisión en Estados Unidos y en enero “se presentará ante las autoridades”, por lo que hasta entonces definirá qué abogado lo representará.
El cuerpo de la menor, de 7 años de edad y que falleció el pasado 8 de diciembre en custodia de la Patrulla Fronteriza, regresará “probablemente el jueves pues aún no contamos con el boleto de vuelo para el cuerpo”, indicó Larra, quien aclaró que la menor contará con “acompañamiento consular de personal técnico de asuntos consulares”.
La Cancillería también brindará transporte a la familia para recibir a la menor en el Aeropuerto Internacional de La Aurora y se hará cargo de su velorio, como parte de un presupuesto específico de repatriación.
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Según el informe de asistencia consular guatemalteco, el pasado 6 de diciembre por la noche, en las “inmediaciones de Nuevo México”, fue asegurado por oficiales de la patrulla fronteriza un grupo de migrantes en el cual se encontraba un hombre de 29 años y su hija de 7 años (Nery y Jakelin Caal), ambos originarios del departamento guatemalteco de Alta Verapaz.
En el trayecto hacia la estación de la patrulla fronteriza de Lordsburg, la niña presentó “un cuadro de fiebre y vómitos”, lo que requirió que paramédicos de la patrulla fronteriza “intervinieran para su estabilización”.
Un día después, el 7 de diciembre, a las 7 de la mañana aproximadamente, la condición de la pequeña se agravó y presentó de nuevo “un cuadro de fiebre alta y convulsiones”, por lo que los médicos de la patrulla fronteriza “la trasladaron vía aérea a un centro asistencial en la ciudad de El Paso, Texas, donde quedó internada”.
Estando en el hospital, la niña sufrió dos ataques cardíacos a los cuales sobrevivió, pero el 8 de diciembre, a las 6 de la mañana, los agentes de la Patrulla Fronteriza de Nuevo México informaron al consulado de El Río que “lamentablemente la niña había fallecido”.
De acuerdo con el comunicado de la Patrulla Fronteriza del que informó el periódico “The Washington Post” el 13 de diciembre, la niña llevaba “varios días sin comer o consumir agua” en el momento de su detención, pero no queda claro si la niña recibió alimentos o atención médica a lo largo de la noche, antes de sufrir las convulsiones.
Fuente: EFE