Port Blair. John Allen Chau fue un viajero que quería convertir al cristianismo a la aislada tribu de la isla Sentinel del Norte (India). En esta aventura fue que murió a flechazos. Muchos critican su accionar debido a que estaba prohibido acercarse a la isla, pero ¿qué dicen sus amigos al respecto?
Chau realizó un viaje de exploración a las islas Andaman hace algunos años. Tras esta excursión, le comento a varias personas que planeada volver a las islas, según comentó su amigo John Middleton Ramsey, con quien se encontró en agosto del 2015 en Israel.
“Lo veo como un mártir… fue alguien que murió por amor a estas personas para llevar las buenas nuevas de Jesucristo”, afirmó Ramsey desde Colonia, Alemania.
“Me di cuenta de que habría estado dispuesto a permanecer allí por el resto de su vida, pero no lo dijo explícitamente”, dijo Ramsey. Agregó que Chau conocía los riesgos pero esto no pareció asustarlo.
“Creía que iba al cielo, que estaría con Dios si moría”, dijo Ramsey según reportó CNN.
Agregó que Chau no solo quería compartir el evangelio, también tenía como proyecto hacer una traducción de la Biblia si fuese necesario.
Por su parte, Mat Staver fundador y presidente del grupo Covenant Journey, mencionó que Chau sabía lo peligroso que era esta aventura, por tal motivo prefirió acercase solo. “Volvió sabiendo que estaría en peligro”, dijo.
“Dios, no quiero morir” fueron las últimas palabras que escribió John Allen Chau en su diario, antes de ser asesinado a flechazos por la aislada tribu de la isla Sentinel del Norte (India).
Como se sabe, John Allen Chau quería introducir el cristianismo en esta isla. Según menciona CNN, en su diario escribió sobre volver a la isla para continuar con sus intentos de conversión, incluso después de haber recibido una flecha que perforó una Biblia que llevaba consigo.
En aquella ocasión realizó un viaje en un pequeño bote de pesca hacia el área donde la pequeña tribu vivía en chozas. Ellos llevaban el rostro pintado de amarillo y se mostraron muy enojados al ver a John Allen Chau. Fue ahí cuando gritó “Mi nombre es John, te amo y Jesús te ama”.
El 16 de noviembre, este ciudadano estadounidense de 27 años murió al intentar entrar en contacto con esta tribu de cazadores y recolectores que vive en autarquía.
En estas últimas décadas, cualquier intento de contacto del mundo exterior ha terminado en hostilidades y en un rechazo violento por parte de esta comunidad.
Con información de CCN