Antes de irse expulsada del país, la agencia Associated Press entrevistó a la estadounidense Lori Berenson, quien dijo que no considera al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) una organización terrorista.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Lori Berenson fue expulsada oficialmente el miércoles por la noche. Con su hijo de 6 años, Salvador, en los brazos, pasó rápidamente los controles en el aeropuerto Jorge Chávez rodeada por oficiales de policía y seguida por reporteros. Su vuelo a Nueva York estaba programado para partir a la medianoche, narró la AP.
Se le permitió abandonar el país después de cumplir una condena de 20 años de prisión por el delito de colaboración con el terrorismo.
Antes de irse, le dio una entrevista a la Associated Press, con la condición de que fuese difundida después de su partida. En la entrevista criticó duramente a las élites políticas y económicas del Perú, a las que acusó de no estar dispuestas a enfrentar las heridas abiertas de 1980 al 2000.
También afirmó que sigue creyendo, igual como declaró cuando fue detenida en 1995, que el MRTA no fue una organización terrorista.
“Podría haber actuado en algunos momentos utilizando tácticas terroristas”, manifestó Berenson, quien comparó al MRTA con los rebeldes salvadoreños para los que trabajó antes de venir a Lima en 1994. “Pero que fue una organización terrorista... me parece que el calificativo no va”, insistió.
Lori Berenson dijo que, pese a que se arrepiente de cualquier daño que causó —el MRTA robó bancos, secuestró civiles adinerados, mató a soldados y policías— le sigue indignando la desigualdad económica y el racismo que observa en el Perú.
“No es que el feudalismo desapareció hace poco”, sostuvo.
Mientras estuvo en libertad condicional, Berenson hizo traducciones para clientes que no quiso identificar, incluida una agrupación de derechos humanos, según dijo.
Admitió también que en la calle la gente le gritaba “terruca”. Dijo que recibió varias amenazas a la vida de su hijo, incluyendo algunas a través del intercomunicador de su casa.
Lori Berenson Fue sentenciada a cadena perpetua inicialmente por jueces militares con el rostro cubierto, pero en el 2001 fue juzgada nuevamente por un tribunal civil.
Berenson fue hallada culpable de colaborar con el MRTA en la planificación de un asalto al Congreso para tomar legisladores como rehenes.
Niega haber sabido del complot, pero visitó el Congreso con una acreditación de periodista, acompañada por una “fotógrafa” que estaba casada con un líder del MRTA Néstor Cerpa.
El plan fue desbaratado el 30 de noviembre de 1995 cuando la policía irrumpió en una vivienda que habían alquilado Berenson y el panameño Pacífico Castrellón. Las autoridades encontraron en el cuarto piso de la casa un arsenal de cuya existencia Berenson dijo no saber nada.
Exhibida ante las cámaras de televisión tras su arresto, Berenson gritó que el MRTA era un movimiento revolucionario, no una organización terrorista criminal. Castrellón, quien fue liberado en el 2007 tras pasar 11 años en la cárcel, dijo que eso tal vez le agregó cinco años a la condena de la estadounidense.
La toma de rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima en 1996 selló la suerte del MRTA. Berenson estaba tercera en la lista de personas cuya liberación exigió Cerpa durante una crisis que se prolongó 126 días y terminó cuando comandos militares tomaron la residencia y mataron a todos los guerrilleros.
Cuando la agencia AP le preguntó si se arrepiente de algo, de la arrogancia que se le imputa y de su colaboración con el MRTA, Berenson respondió: “Es mi vida. Es lo que elegí y voy a tener que vivir con eso”.
Admitió, no obstante, que hubiera deseado haber terminado sus estudios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts antes de irse a América Latina.
Berenson dijo que ella y Salvador en principio piensan vivir en Nueva York con sus padres, ambos profesores universitarios, hasta que se estabilicen. Espera conseguir empleo como trabajadora social. El año pasado obtuvo un título básico de sociología de la City University de Nueva York.
“Mi objetivo es continuar trabajando en temas relacionados con la justicia social”, expresó.
Fuente AP
#SanBernardino: Hombre y mujer abatidos iban vestidos con ropa de asalto y llevaban rifles https://t.co/Ml4N2lrMe8 pic.twitter.com/JeD6Or1glV— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) diciembre 3, 2015