Seúl (EFE). El jefe de máquinas del ferry surcoreano Sewol, cuyo hundimiento en abril provocó 304 muertos, admitió hoy haber escapado del buque desatendiendo a los pasajeros y pidió clemencia al tribunal durante la segunda vista del juicio a 15 miembros de la tripulación.
Por su parte, otros tres tripulantes han negado los cargos ante el Tribunal de Distrito de Gwangju (al suroeste del país) alegando que se encontraban en un estado de pánico cuando ocurrió el accidente.
El maquinista, de 58 años e identificado por su apellido Sohn, “no va a poner excusas y decir que no pudo rescatar a los pasajeros mientras el barco volcaba”, expuso su abogado, en palabras recogidas por la agencia local Yonhap, durante la segunda ronda del juicio celebrada hoy.
Tras reconocer la culpabilidad de su defendido, el letrado pidió clemencia al juez citando el delicado estado de salud de Sohn, que trató de suicidarse durante la investigación.
Sohn es el único de los 15 tripulantes imputados que ha reconocido su culpabilidad, ya que los 14 restantes se han declarado inocentes.
Once de ellos, incluido el capitán, lo hicieron el pasado martes durante la primera vista.
El jefe de máquinas también es el único de los miembros de la tripulación que cuenta con abogado particular, mientras defienden al resto letrados de oficio después de que sus anteriores defensores legales renunciaran a hacerse cargo.
Tanto los abogados defensores como los fiscales presentaron hoy alegaciones y pruebas ante el juez, que incluyen más de 2.000 documentos.
El capitán y tres de los tripulantes están acusados de homicidio por negligencia grave, un cargo similar al de asesinato en primer grado en los códigos penales occidentales que en Corea del Sur podría llegar a implicar la pena de muerte, aunque esta no se aplica en el país desde 1997.
Los once miembros restantes de la tripulación están acusados de conducta negligente con resultado de muerte y podrían enfrentarse a condenas de hasta cadena perpetua.
Hoy varias decenas de familiares de las víctimas recibieron con insultos a los imputados a las puertas del tribunal antes de celebrarse el juicio.
El ferry Sewol se hundió el pasado 16 de abril en aguas al sureste de Corea del Sur dejando 304 muertos, en una de las mayores tragedias de la historia del país.
La nave permanece volcada y hundida en el lugar del naufragio mientras los buzos tratan de recuperar los últimos 12 cadáveres de su interior en un rescate que se prolonga ya por más de dos meses.