Washington. Varios senadores republicanos de Estados Unidos afirmaron este martes no tener “ninguna” duda de la implicación del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, contradiciendo la postura más neutral del presidente Donald Trump.
“No tengo ninguna duda del hecho de que el príncipe heredero orquestó el asesinato y fue mantenido al tanto de la situación en todo momento”, dijo el jefe de la comisión de Relaciones Exteriores, Bob Corker, a periodistas luego que la directora de la CIA, Gina Haspal, presentara el caso ante un grupo de senadores.
“Si estuviera frente a un jurado sería declarado culpable en treinta minutos. La cuestión es qué vamos a hacer”, apuntó Corker.
“Pienso que él [Mohammed bin Salman] es cómplice en el asesinato de Khashoggi al más alto nivel posible”, dijo por su parte Lindsey Graham, un aliado de Trump en la cámara alta.
“Puede que no haya una pistola humeante, pero hay una sierra humeante”, afirmó Graham, en aparente referencia al hecho de que el periodista fue descuartizado por un grupo de agentes tras ser asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
En un sentido similar se expresó el demócrata Bob Menéndez, quien sostuvo que, tras escuchar durante la audiencia de Haspel las conclusiones a las que ha llegado la CIA, está “aún más seguro que antes” de la implicación de la corona saudí en la muerte de Khashoggi.
El republicano Bob Corker consideró que la actual postura del Gobierno de Donald Trump, quien ha evitado romper lazos con Riad debido a las fuertes relaciones comerciales existentes entre ambos países, envía un mensaje de que “se puede matar a periodistas” y quedar impune.
“Sigo instando a la Administración a que haga frente a la situación de forma adecuada. Tiene que condenar firmemente lo ocurrido y tienen que pagar un precio”, destacó Corker.
A pesar de que la CIA no ha divulgado los resultados de su investigación, la semana pasada algunos medios desvelaron que la agencia de espionaje había llegado a la conclusión de que el asesinato de Khashoggi no se podía haber producido sin el visto bueno de la corona.
Khashoggi fue asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, según ha reconocido Riad, a donde acudió para recoger unos documentos que le permitieran casarse con su prometida turca.
En el consulado le esperaban un grupo de 15 agentes llegados del reino, algunos de ellos cercanos al príncipe heredero, que fueron quienes le asesinaron.
Fuente: AFP / EFE