Moscú / Washington. El Kremlin confirmó este martes que Oleg Smolenkov, señalado por los medios como un espía de Estados Unidos en la Administración presidencial rusa, trabajó en el Kremlin pero “no tuvo contactos” con el presidente Vladimir Putin.
“Su cargo no contemplaba contactos con el presidente”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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Según informaron este lunes la cadena CNN y el diario “The New York Times”, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) retiró a su espía de más alto rango en Rusia en el 2017, meses después de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, al considerar que su seguridad había quedado comprometida.
De acuerdo a las fuentes consultadas por la CNN, el rango del espía era tal que incluso proveía a la CIA imágenes de documentos del escritorio de Putin.
La CNN informó que la decisión de llevar a cabo la extracción del espía se produjo poco después de una reunión celebrada en mayo del 2017 en la Oficina Oval en la que Trump discutió información de inteligencia altamente clasificada con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, y el entonces embajador de Rusia en Estados Unidos, Sergey Kislyak. La información, relacionada con el estado Islámico en Siria, fue proporcionada por Israel.
“La revelación del presidente a los rusos, aunque no fuera específicamente del espía, llevó a los funcionarios de inteligencia a renovar las discusiones anteriores sobre el riesgo potencial de exposición”, señaló la CNN, basada en una fuente directamente involucrada en el asunto.
“En ese momento, el entonces director de la CIA, Mike Pompeo, le dijo a otros altos funcionarios de la administración Trump que estaba saliendo demasiada información sobre la fuente encubierta, conocida como un activo. Una extracción, o 'exfiltración' como llaman los funcionarios de inteligencia a esta operación, es un recurso extraordinario cuando la inteligencia de Estados Unidos cree que un activo está en peligro inmediato”, agregó CNN.
La salida del espía, según los medios estadounidenses, fue un gran golpe para la inteligencia del país, ya que perdió el acceso que tenía a los más altos niveles del Kremlin en un momento de fuertes tensiones entre los dos países.
--La campaña del 2016--
La información que proporcionó llevó a la inteligencia estadounidense a concluir que Putin orquestó en forma directa una interferencia en la campaña presidencial a favor de Trump en el 2016.
El “New York Times” también informó que el espía vinculó a Putin directamente con el pirateo de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata, cuya contenido embarazoso fue divulgado perjudicando la campaña de Hillary Clinton.
Según el Times, el agente era el activo ruso más valioso de la CIA.
La extracción “cegó efectivamente” a la inteligencia estadounidense sobre el funcionamiento interno del Kremlin durante las elecciones de medio término en Estados Unidos del 2018, según el informe del Times, así como de las próximas elecciones presidenciales de 2020.
--Lo identifican en Rusia--
La prensa rusa puso hoy nombre al presunto espía, al escribir que se trata del exfuncionario de la Administración de Putin, Oleg Smolenkov, quien desapareció repentinamente a mediados del 2017 tras salir de vacaciones con su familia a Montenegro.
A raíz de la desaparición del funcionario, las autoridades rusas iniciaron una causa penal por asesinato en setiembre del mismo año.
Más tarde, los investigadores y los agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia pudieron establecer que las supuestas víctimas “estaban vivas y se encontraban en otro país”, señala hoy el diario “Kommersant”.
El rotativo escribe, además, que en junio del 2018 un hombre llamado Oleg Smolenkov adquirió junto a Antonina Smolenkova una mansión de 760 metros cuadrados en la localidad de Stafford (Virginia, Estados Unidos), por valor de 925.000 dólares.
Al ser preguntado sobre si Smolenkov era un agente de la CIA, el portavoz del Kremlin dijo no poder confirmar esa información.
“Solo puedo confirmar que hubo tal empleado en la Administración, pero fue despedido”, dijo Peskov sin dar detalles sobre la fecha del despido ni su causa.
Según la prensa, la CIA empezó a preocuparse por la seguridad de su informante y le instó a abandonar Rusia después de que el Kremlin supuestamente tratase de interferir en las elecciones de 2016 a la Casa Blanca en favor de Donald Trump.
Smolenkov, quien se habría negado a salir de Rusia tras las primeras recomendaciones, finalmente accedió a abandonar el país en el 2017 bajo protección estadounidense.
Esto se dio después de la reunión antes citada de Trump con el canciller y el embajador ruso en la Casa Blanca.
Sergei Lavrov se negó este martes a comentar los “rumores” sobre el supuesto espía y aseguró que no le conoce ni ha seguido “su carrera y sus desplazamientos”.
El jefe de la diplomacia rusa afirmó también que durante la reunión que mantuvo en la Casa Blanca con Trump en mayo del 2017 “nadie compartió con nadie secretos de Estado ni otro tipo de secretos”.
“Eso lo ha confirmado el entonces asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, (Herbert) Mcmaster, quien presenció el encuentro”, recalcó.
La infiltración de agentes o captación de informantes en el Kremlin se considera de extrema dificultad dados los efectivos métodos de contrainteligencia de Rusia.
Consultada por la cadena CNN, una portavoz de la CIA calificó de “especulación errónea” el hecho de que el manejo de los secretos de la inteligencia por parte de Trump llevase a la retirada del informante.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, aseguró que la información “no solo es incorrecta, sino que puede poner vidas en riesgo”.
Según The New York Times, Estados Unidos considera que la vida del informante corre peligro dados los precedentes de Rusia con supuestos intentos o asesinatos de espías, como es el caso de Serguéi Skripal el año pasado en Reino Unido.
Con información de EFE