En la serie de cartas de periodistas africanos de la BBC, el cineasta y columnista Farai Sevenzo analiza por qué la pasión mata en Namibia y la forma de salvar las vidas de los amantes en el país.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Los homicidios pasionales” se han convertido en una tendencia trágica en el país sudafricano durante los últimos tres años. La policía de Namibia describe los crímenes pasionales como los casos de asesinato entre parejas íntimas como marido y mujer, novio y novia, y ex parejas.
Decenas de mujeres, y en algunos casos hombres, han muerto en manos de sus amantes en todo el país. En 2015 hubo 48 asesinatos de este tipo, y 36 el año anterior.
Los sospechosos de asesinato tienen edades comprendidas entre 19 y 64, mientras que las víctimas van desde los 18 a los 65 años, pero la mayoría de los casos están protagonizados por adultos jóvenes.
Estas cifras pueden parecer pequeñas, pero deben ser tomadas en el contexto de la escasa población de Namibia, con menos de 2,5 millones.
En los espantosos asesinatos se registra la presencia recurrente de armas de fuego, cuchillos, palos, piedras e incluso cordones de zapatos como armas para cometer los crímenes.
Los asesinatos se producen como en ráfagas repentinas y causa rabia en todo el país.
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Un marido apuñala a su mujer embarazada de nueve meses, una pareja que había cohabitado durante 19 años es descubierta con heridas de bala en la cabeza, una estudiante de 19 años de edad caminando a su casa con su hermana mayor se enfrenta al novio y las dos hermanas son asesinadas con una piedra, algunas mujeres son decapitadas.
Un psicólogo de Namibia atribuye la oleada de homicidios a un deterioro general de la unidad familiar, a la falta de orientación de los padres hacia los adultos jóvenes auto-obsesionados que ya no pueden distinguir el bien del mal, como también “la baja autoestima entre los hombres, el materialismo, los pobres mecanismos de supervivencia y la falta de manejar al rechazo”.
Y el “¿por qué?” surge entre los propios namibios. El ex presidente y líder de la independencia Sam Nujoma declaró: “Hemos luchado contra quienes colonizaron nuestro país, y vamos a seguir luchando contra los que están matando a nuestras niñas.
“De hoy en adelante, cualquiera que sea hallado culpable de cometer tales actos malvados tendrá que ser enterrado vivo”.
— “Contratos de citas” —
Pero la amenaza de “una vida por una vida” no es creíble luego de que Namibia eliminó la pena de muerte durante su independencia en 1990, y los que piden por su reincorporación en la constitución se sienten frustrados porque los crímenes pasionales generalmente cuentan con un detalle: los asesinos a menudo se toman el tiempo para dejar una nota suicida y luego acaban con sus vidas.
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Nuusita Ashipala, una reportera del diario New Era en la región norte de Omusati, que ha visto el mayor número de asesinatos pasionales, informó la semana pasada que un político local había dicho en una reunión con gente mayor que ya era hora de poner en práctica la propuesta del “contrato de citas” entre los jóvenes, para que los padres sepan con quién se relacionan sus hijos.
El consejero de Okalongo, Laurentius Iipinge, cree que también podrían ser renovados sobre una base anual para liberar a los que ya no desean estar en ciertas relaciones tóxicas.
“Es mejor tener acuerdos conocidos por las familias, en lugar de escuchar que su hija fue asesinada por el mal uso de los recursos de su novio o viceversa”, agregó.
El consejero claramente identifica al dinero como la causa fundamental de las rupturas y la aspereza entre las parejas de su región, donde ocho mujeres jóvenes ya han perdido la vida este año.
Iipinge sugirió que dichos contratos permitirían a los que se sienten robados o simplemente quieren solicitar la devolución de lo que han gastado en sus parejas, y hacerlo a través de sus familias, en lugar de recurrir a la ira, la rabia y el asesinato.
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Algunos pueden ver esto como un clásico ejemplo moderno de la tradición africana de reunión - los ancianos con su rol de mediación en la familia tratando de controlar a una generación de Facebook perdida en sus propios ombligos.
Hablé con la reportera de New Era, que ha visto la escena del crimen en estos asesinatos.
Ella relató un hecho en particular.
Un hombre llegó a su casa y distribuyó dulces a sus hijos pequeños y a continuación apuñaló a su esposa 20 veces, antes de contar su garganta con un cuchillo.
Le pregunté lo que pensaba de la propuesta del concejal. “No creo que vaya a funcionar. Propone que la causa de los asesinatos es el dinero, pero incluso si lo fuera, yo como una mujer trabajadora independiente siento que todos invertimos el uno en el otro durante las relaciones”.Farai Sevenzo, autor del artículo. (BBC)
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Por supuesto, esta propuesta, como una idea, parece inviable. ¿Qué hombre o mujer joven quiere develar los detalles de su relación amorosa con los mayores de la familia?
Las causas de dicho aumento en las tasas de homicidios son, como de costumbre mucho más profundas.
A pesar de sus diamantes, la riqueza de uranio, el turismo en auge y la excelente infraestructura, los ciudadanos más pobres de Namibia siguen lidiando con un pasado de segregación traumático y violento, lo que les negó una educación decente.
— Cicatrices psicológicas —
El propio barrio del concejal, en el norte con la frontera con Angola, sufrió un abuso traumático cuando era una base del Ejército de la Fuerza de Defensa de Sudáfrica bajo el gobierno de la minoría blanca.La educación es la clave para frenar la violencia. (Getty)
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Un violento pasado creó familias violentas que pueden haber dejado cicatrices psicológicas que van más allá de lo que la nación puede admitir.
También está la disponibilidad de armas letales con escasos controles, drogas y alcohol mezclado con la desigualdad social abrumadora que crea una mezcla potente para los jóvenes que están perdidos.
La lucha ha comenzado para tratar de educar a las generaciones más jóvenes de Namibia, a pesar de que se expresa en el lenguaje formal de los organismos donantes que hablan de “violencia de género”.
Con Namibia pronta a cumplir 26 años este marzo, el gobierno y la policía necesitan jugar el juego y proteger a sus ciudadanos de estos asesinatos luchando contra la idea de que la pasión puede ser expresada tomando una vida, incluso la propia.