Ciudad del Vaticano. El papa Francisco destacó que el “mundo necesita más ternura” durante la Misa de Gallo celebrada hoy en la Basílica de San Pedro con motivo de la Navidad.
“¡Cuánta necesidad de ternura tiene el mundo de hoy!”, dijo Francisco en la homilía de la misa de Nochebuena.
“¿Tenemos el coraje de acoger con ternura las situaciones difíciles y los problemas de quien está a nuestro lado, o bien preferimos soluciones impersonales, quizás eficaces pero sin el calor del Evangelio?”, preguntó el papa durante el sermón.
“El curso de los siglos ha estado marcado por la violencia, las guerras, el odio, la opresión. Pero Dios, que había puesto sus esperanzas en el hombre hecho a su imagen y semejanza, aguardaba pacientemente. Esperó durante tanto tiempo, que quizás en un cierto momento hubiera tenido que renunciar. En cambio, no podía renunciar, no podía negarse a sí mismo. Por eso ha seguido esperando con paciencia ante la corrupción de los hombres y de los pueblos”, agregó.
Para el argentino Jorge Mario Bergoglio, de 78 años, fue la segunda Misa de Gallo que celebró como Sumo Pontífice.
Francisco entró la basílica de San Pedro precedido por 10 niños de diversos países que depositaron flores ante la figura del niño Jesús. Más de 8.000 personas siguieron la misa en la basílica, que comenzó a las 9:30 pm., hora local, y duró menos de dos horas. Unos 3.000 fieles se habían congregado en la plaza San Pedro, en el Vaticano.
“La respuesta del cristiano no puede ser más que aquella que Dios da a nuestra pequeñez. La vida tiene que ser vivida con bondad, con mansedumbre”, agregó. El Papa instó a los fieles a rezar para recibir “la gracia de la ternura en las circunstancias más duras de la vida.”
“Concédeme la gracia de la cercanía en las necesidades de los demás, de la humildad en cualquier conflicto”, dijo Francisco.
La Navidad, que celebra el nacimiento de Jesús en una gruta de Belén, “nos presenta el nacimiento del Salvador como luz que irrumpe y disipa la más densa oscuridad. La presencia del Señor en medio de su pueblo libera del peso de la derrota y de la tristeza de la esclavitud, e instaura el gozo y la alegría”.
Diálogo con refugiados
Horas antes, el papa Francisco realizó una llamada telefónica a un campo de refugiados para cristianos perseguidos en Iraq, según informó radio Vaticano.
“Queridos hermanos, estoy muy cerca de ustedes, con todo mi corazón muy, muy cerca”, dijo el sumo pontífice.
En el campo de Ankawa en Erbil, en el norte de Iraq, miles de personas buscaron refugio de la violencia del grupo extremista Estado Islámico (EI).
“Son como Jesús en la noche de su nacimiento: para él no había sitio y tuvo que huir a Egipto para salvarse. Esta noche son como él. Yo los bendigo y estoy cerca de ustedes”, fue el mensaje del papa.