El papa Francisco habló “en nombre” de quienes pasan hambre en el mundo y mostró su voluntad de que la Exposición Universal de Milán, inaugurada hoy, constituya “una ocasión propicia para globalizar la solidaridad”.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Así se expresó el pontífice mediante una videoconferencia desde la Ciudad del Vaticano, con la que se dirigió a los asistentes a la inauguración oficial de la Expo, que abordará el tema de la alimentación durante los próximos seis meses.
“Esta es la voz del obispo de Roma, que habla en nombre del pueblo de Dios. La voz de muchos pobres que pertenecen a este pueblo y que, con dignidad, tratan de ganarse el pan con el sudor de su frente”, dijo.
Y añadió: “Quisiera ser portavoz de todas estas personas, cristianos y no cristianos (...) Jesús nos ha enseñado a pedir a Dios Padre 'danos el pan de cada día'. ¡Que la Expo sea una ocasión propicia para globalizar la solidaridad!”.
El evento se desarrolla bajo el lema “Nutrir el planeta. Energía para la vida” y, en este sentido, Francisco pidió que esta frase no se quede “solo en un tema” sino que siempre esté acompañado “por la conciencia de los rostros de millones de personas que hoy tienen hambre, que hoy no comerán dignamente”.
Por esa razón, invitó a cada persona que visite uno de los “maravillosos” 145 pabellones del evento a “percibir la presencia de esos rostros” que, a su juicio, permanecen escondidos a pesar de que deben “ser los protagonistas” de la Expo.
“Hagamos que esta Expo sea una ocasión para un cambio de mentalidad. Para dejar de pensar que nuestras acciones cotidianas -en cada grado de responsabilidad- no tienen impacto sobre la vida de quienes, de cerca o de lejos, sufren el hambre”, aseveró.
Y añadió: “Pienso en los muchos hombres y mujeres que sufren hambre y especialmente en la multitud de niños que mueren de hambre en el mundo”.
Asimismo encomió la labor de los investigadores del sector alimentario y pidió a Dios que les conceda “sabiduría y coraje” porque “es grande su responsabilidad”.
“Espero que esta experiencia permita a los investigadores, comerciantes y estudiosos sentirse involucrados en un gran proyecto de solidaridad: el de nutrir el planeta pero en el respeto de las personas que lo habitan y de la naturaleza”, recomendó.
“Un gran reto” a juicio del papa para el que Dios pide a la humanidad que “deje de abusar del jardín que ha regalado” para que “todos puedan comer sus frutos”.
El papa concluyó su mensaje recordando a “todos los trabajadores que se han esforzado” en la organización y construcción de la Exposición Universal de Milán, “especialmente de los más anónimos”.
“Han ganado el pan que llevar a casa ¡Que nadie sea privado de esta dignidad! Y que ningún pan sea fruto del trabajo indigno del hombre”, reivindicó el pontífice argentino.
Sus palabras fueron despedidas con aplausos por los cientos de asistentes a la ceremonia, entre los que se encontraba el primer ministro Matteo Renzi que, acto seguido, proclamó abierto este evento.
-
Fuente: EFE