El papa Francisco criticó hoy con contundencia a los padres que dicen haber traído un hijo al mundo “por error” y agregó que los chicos abandonados suponen una “vergüenza para la sociedad”.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Pensemos en los hijos no deseados o abandonados, niños en la calle, sin educación ni atención sanitaria, en los chicos maltratados a los que les roban su infancia y su juventud. Es una vergüenza para la sociedad y un grito de dolor dirigido directamente al corazón del Padre”, dijo el Papa en su tradicional audiencia general en la Plaza San Pedro.
Jorge Bergoglio apuntó principalmente contra los padres que reniegan de sus hijos y subrayó que ningún “chico puede ser considerado un error” porque “el error es del mundo de los adultos”.
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Papa Francisco se retira de la Plaza San Pedro. (AP)
“Algunos osan decir casi para justificarse que fue un error hacerlos venir al mundo, pero esto es vergonzoso. No descarguemos sobre los niños nuestras culpas, por favor, los niños no son nunca un error, su hambre no es un error como no lo es su pobreza, fragilidad y abandono”, destacó el Papa.
“El error es del mundo de los adultos, del sistema que nosotros hemos construido, que genera bolsas de pobreza y de violencia, donde los más débiles son perjudicados”, completó.
Luego, se preguntó: “¿Redactamos declaraciones de derechos humanos y los mismos para los niños, pero luego les castigamos por los errores de los adultos?”.
El papa Francisco señaló que “los niños son las primeras víctimas de las uniones inmaduras y de las separaciones irresponsables” y también los que sufren situaciones de inestabilidad a causa de la crisis.
“Los niños son responsabilidad de todos, los padres no deberían sentirse solos en su tarea. La estabilidad social y la promoción de la familia, la ausencia de delincuencia y la posibilidad de un trabajo digno contribuyen sin duda a asegurarles un hogar”, insistió.
Por ello, prosiguió, “ningún sacrificio que puedan hacer los adultos será considerado demasiado costoso o demasiado grande con tal de evitar que un niño piense que él es un error, que no vale nada, [con tal de evitar] que sea abandonado”.
“Con los chicos no se juega”, concluyó.
Fuente: La Nación Argentina / GDA