Un juez federal en Nueva York dictaminó que las autoridades estadounidenses pueden incautar la computadora portátil de un viajero cuando cruza la frontera, sin tener un motivo legal, sin que se sospeche que la persona haya cometido algún delito y sin dar ninguna clase de explicación. ¿Qué pasa si confiscan la suya?
El año pasado, los medios dedicaron gran parte de su cobertura a historias sobre la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y sus operaciones de vigilancia, y los riesgos de estas actividades para la privacidad de los usuarios en internet.
La publicación de documentos obtenidos por el exanalista de la NSA Edward Snowden arrojó nueva luz sobre el programa global de espionaje electrónico.
Sin embargo, las autoridades pueden averiguar información sobre usted de una forma más tradicional: confiscando sus posesiones en la frontera.
Hace mucho tiempo, los oficiales de migración podían leer su diario. Ahora pueden estudiar en destalle el disco duro de su computadora.
El juez federal sustentó su decisión en una normativa sobre incautación en la frontera aprobada después de los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
Si las autoridades estadounidenses lo desean, pueden confiscar su ordenador cuando usted ingrese dentro de los límites del país, para buscar allí evidencia de actividad delictiva, vínculos con servicios de inteligencia en el extranjero o conexiones extremistas.
BAJO LA LUPAAlgunos activistas políticos, académicos y periodistas temen que les incauten sus computadoras portátiles si cruzan las fronteras. Y muchos han respondido a esta amenaza participando en talleres organizados por expertos en privacidad para aprender cómo proteger la información que contienen sus ordenadores cuando viajan.
“Las búsquedas en los medios electrónicos permitidas por ley y llevadas a cabo en las fronteras y en los puntos de entrada al país son vitales para detectar información que supone un grave daño”, dice un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Paul Rosenzweig, profesor invitado del centro de estudios Heritage Foundation de Washington, considera que esto no debería sorprendernos.
“Si un agente del CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) tiene un mal día, puede vaciar tu maletín en el suelo. Así es como protegemos las fronteras en Estados Unidos”, apunta el académico.
Maletines, computadoras portátiles, memorias externas, organizadores de bolsillo… todo puede llegar a ser inspeccionado.
PROCESO DE DESCARTESi las autoridades incautan su ordenador, con toda seguridad copiarán todo el contenido de su disco duro. Después, puede que envíen la copia a la División de Investigación Criminal del Ejército en Fort Belvoir, Maryland.
Eso fue lo que hicieron después de confiscarle la computadora a David House, un activista que había estado recaudando dinero para la defensa legal de Chelsea Manning (el soldado estadounidense conocido anteriormente como Bradley Manning que filtró miles de documentos clasificados del gobierno a WikiLeaks).
Diversas pertenencias de su casa fueron incautadas cuando regresó de sus vacaciones en México, en noviembre de 2010.
Más tarde, las autoridades transfirieron imágenes y archivos de su ordenador a una “máquina forense”, según el informe de la división publicado por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), el año pasado.
Durante la inspección de su computadora, las autoridades desestiman los archivos que no son pertinentes a la investigación, dice Rosenzweig, y añade que la política oficial es ignorar toda la información que no esté vinculada a una actividad criminal.
“Si encuentran una receta para hacer pizza o un mensaje para tu amante, lo ignorarán”, explica Rosenzweig. “Lo puedes creer o no, dependiendo de la confianza que tengas en el gobierno”.
Al cabo de un tiempo, le devuelven a uno la computadora. “Puede tomar días o semanas hasta que se recupere el ordenador”, señala Peter Swire, del Instituto de Tecnología de Georgia.
NO SOLO EN ESTADOS UNIDOSOtros países tienen prácticas similares. Las autoridades británicas incautaron la computadora del ciudadano brasileño David Miranda en el aeropuerto de Heathrow, en agosto de 2013, amparadas bajo la ley antiterrorista.
Miranda es la pareja del periodista de The Guardian Glenn Greenwald, quien publicó una serie de revelaciones sobre el programa de vigilancia de EE.UU. basándose en documentos de Snowden.
Miranda fue retenido durante nueve horas.
No obstante, es raro que las autoridades se interesen en el ordenador portátil de un viajero.
Entre octubre de 2008 y agosto de 2009, por ejemplo, más de 220 millones de personas viajaron desde y hacia EE.UU., según el Departamento de Seguridad Nacional.
Durante ese tiempo, las autoridades investigaron cerca de 1.000 computadoras portátiles de viajeros.
La perspectiva es poco probable, pero es alarmante. Aquellos que quieren proteger su información, pueden encriptar sus discos duros.
“Yo encripto toda mi información confidencial con un programa muy robusto que, probablemente, supera la capacidad del FBI para descifrarlo”, dice Rosenzweig.
“Creo que no me pueden forzar a revelar mi contraseña, que no escribí en ninguna parte”, agrega el experto.
Otra opción es eliminar toda la información de su computadora y guardarla en un disco externo en la casa.
Así podrá estar a salvo de la intromisión de las autoridades, al menos en la frontera.