Pretoria (Agencias) “Estaba muy enamorado de ella. Estaba loco por ella. Pero creo que yo lo estaba más por ella que ella por mí”, dijo el atleta ante el tribunal que lo juzga por la muerte de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, en Pretoria, Sudáfrica.
Esta mañana a las 9:30 a.m. (2.30 a.m. hora peruana) se reanudó la audiencia que por primera vez en el juicio coloca al atleta en el banquillo.
Pistorius, que fue el primer corredor discapacitado que participó en unos Juegos Olímpicos, reconocía que a veces se sentía “inseguro y celoso”.
El sudafricano ha reconocido que mató a su novia al dispararle a través de la puerta del baño de su casa en la madrugada del 14 de febrero de 2013, pero asegura que lo hizo por error al pensar que se trataba de un delincuente.
Pistorius leyó hoy con voz entrecortada un mensaje de texto de Steenkamp enviado el 27 de enero en el que se quejaba de que la pareja estaba “viviendo una relación de doble filo”.
“Tú enseguida te enfadas. Tú has tenido citas con mucha gente”, advertía la modelo, que en sus mensajes decía ser feliz con él “el 90 por ciento del tiempo”.
Steenkamp aseguró también tener a veces miedo de Pistorius, que leyó llorando la disculpa que él le envió más tarde.
Después del interrogatorio de su defensa, el atleta de 27 años tendrá que someterse a las preguntas del fiscal Gerrie Nel.
LA NOCHE DEL ASESINATOOscar Pistorius contó llorando este jueves en el tribunal que lo juzga por haber matado a su novia Reeva Steenkamp, el 14 de febrero de 2013, que efectuó varios disparos porque creyó que había un ladrón oculto en el baño.
“Escuché un ruido procedente del baño, me dio la sensación de que alguien iba a salir del baño. Antes de darme cuenta ya había efectuado cuatro disparos”, confesó. Luego rompió a llorar, lo que obligó a suspender la audiencia.
Durante la sesión, el corredor se acercó a la reconstrucción de la puerta que separaba el dormitorio del baño donde murió su novia en la casa del atleta en Pretoria, tanto con las prótesis puestas como utilizando sus muñones.
Pistorius exhibió ante la juez, Thokozile Masipa, su falta de equilibrio al caminar sin sus prótesis, prueba con la cual la defensa pretendía mostrar la altura del deportista respecto de la puerta del baño de su casa, a través de la cual tiroteó a Steenkamp el 14 de febrero del pasado año.
Tras la demostración, el velocista -que tiene las dos piernas amputadas desde que tenía once meses- regresó al estrado para relatar cómo en la madrugada del crimen se despertó y trajo del balcón un ventilador a la habitación.
Tras tomar la pistola -con la que, según dijo, siempre duerme- del lado de la cama, Pistorius trató de alertar a gritos a su novia y al intruso por el pasillo que lleva al baño, aún sobre sus muñones.
El corredor afirmó que dejó de gritar para no ser escuchado por el intruso que pensaba que había en la casa.
El testimonio de Pistorius, seguido en total silencio por el público y su familia, se interrumpió entonces para ser retomado después del receso para comer.