Stuttgart (Alemania) (DPA). ¿Cómo sonaban las bombas en la Primera Guerra Mundial? ¿A qué olían las trincheras? ¿Qué sabor tenía el pan con el que se alimentaban los soldados? La respuesta a esas preguntas se encuentra en Alemania gracias a una de las exposiciones más originales de las organizadas por el centenario del conflicto.
“Carnaval del infierno: la Primera Guerra Mundial y los sentidos” (4 de abril al 1 de marzo de 2015 en Stuttgart) recrea la guerra a través de cinco “centros de percepción” y 400 objetos que permiten al visitante saber qué sentían quienes vivieron un conflicto que desde 1914 a 1918 cambió el mundo para siempre.
“La guerra suena, huele y sabe diferente en el frente que en la retaguardia y en la patria”, explicó hoy en la presentación la directora de la muestra, Paula Lutum-Lenger. La exposición en la Casa de la Historia del “Land” de Baden-Württemberg promete por eso hacer “perceptible” la guerra.
El recorrido incluye grabaciones, fotos inéditas y objetos tan particulares como una esquirla de granada extraída a un soldado y convertida en collar por su mujer, un frasco de perfume para tapar el olor a putrefacción de las trincheras o el transformador con el que se practicaba electro-shocks a soldados en un psiquiátrico.
Según el museo, se trata de la primera gran exposición inaugurada en Alemania para recordar los 100 años de la Primera Guerra.