Este lado del mundo despertó el martes con la noticia de que la ex estrella de la selección francesa, tres veces galardonado con el Balón de Oro y ex presidente de la UEFA, Michel Platini, había sido detenido por la policía francesa en torno a una investigación que la Fiscalía Financiera realiza sobre la adjudicación de las sedes para los Mundiales de Fútbol del 2018 y el 2022.
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La acusación de las autoridades señala que en el 2010 Platini participó en una reunión junto al entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, y autoridades qataríes -incluido el actual emir Tamim bin Hamad Al Thani- donde habrían acordado otorgarle el voto al país árabe para ser sede de la copa del 2022.
Según las autoridades, en la reunión celebrada en el Palacio del Elíseo, también participó la antigua consejera presidencial, Sophie Diont, y el ex secretario general del Elíseo, Claude Guéant. Ambos fueron interrogados, pero no detenidos.
“Según las historias, Platini - que por entonces era presidente de la UEFA y miembro del comité ejecutivo de la FIFA- había anunciado a su entorno que iba a votar a favor de Estados Unidos para ser sede del Mundial (del 2022)”, dice a El Comercio el periodista Ken Bensinger, autor de “Tarjeta Roja”, el libro que reconstruye la investigación y juicio del FIFAGate.
“Sin embargo, dos semanas antes del famoso voto fue llamado al Palacio del Elíseo. Ahí lo esperaba Sarkozy junto al futuro emir de Qatar”.
En el 2015, Platini le dijo a la agencia Associated Press que “podría haberle dicho” a los funcionarios estadounidenses que votaría por su candidatura. Sin embargo, en la misma entrevista señaló que “Sarkozy nunca me pidió que votara por Qatar, pero yo sabía que sería bueno”.
Aunque sus palabras perdieron peso hace un año, cuando el ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter, tuiteó: “El hecho es que Qatar ganó después de la intervención política del ex presidente francés Sarkozy y el vice presidente de la FIFA Platini”. Magnífica forma de promocionar su libro “Mi Verdad”, en el que aseguraba que contaba más al respecto.
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“El ambiente fue muy claro, la intención de Sarkozy era cambiar el voto de Platini por Qatar. Y así pasó, fue uno de los votos decisivos para darle la sede del Mundial. Menos de un año después, uno de los fondos de inversión nacional de Qatar compró el PSG, el club preferido de Nicolas Sarkozy. Además, Francia y Qatar pactaron la venta de aviones militares. Fue un trato que se terminó efectuando en el 2015”, explica Bensinger.
Efectivamente, en mayo del 2011 Qatar Investment Authority anunció la compra del 70% de las acciones del PSG por 50 millones de euros. Además, el canal BeIn Sport -filial del grupo catarí Al Jazeera- se estrenó en la televisión francesa, otra de las presuntas condiciones para otorgar el voto de Platini.
Sobre los aviones que menciona Bensinger, podrían hacer referencia a la operación de mayo del 2015, cuando François Hollande, entonces presidente de Francia, le vendió 24 jets de combate Dassault Rafale a Qatar.
- “Ajeno a los hechos” -
Tras la detención, la defensa de Platini salió a decir que la ex estrella gala “es totalmente ajeno a estos hechos que lo superan”.
Bensinger considera que no es más que una clásica argucia del abogado, aunque reconoce que el fin de esta operación no sería ir por Platini sino por Sarkozy.
“Muchas veces los abogados hacen ese tipo de comentarios para luego cambiar su opinión dependiendo de lo que pase. Me imagino que lo que está pasando es que los fiscales tienen alguna evidencia contra Platini o quieren buscar su colaboración para ver si puede ayudar contra Sarkozy. Platini no es el blanco final, más bien es un intento de conseguir su colaboración”.
Ante tantos cuestionamientos sobre la sede, la mayor duda recae sobre si el Mundial del 2022 se celebrará o no en Qatar. Esta vez, ni Bansinger tiene una respuesta clara para ello.
“No lo sé. Todo el mundo futbolístico quiere saber eso. Mis fuentes en Europa me dicen que es difícil que no se celebre, porque se ve que la FIFA ha puesto todo para que se lleve a cabo, a dos años y medio del Mundial es difícil que se cancele. Puede haber una posibilidad, pero no lo creo”, confiesa.
- Impune -
Dentro de la investigación el único personaje que ha quedado al margen es, quizás, el principal encargado de orquestar toda la operación. El actual emir catarí Tamim bin Hamad Al Thani, un gobernante cinco veces más rico que la reina Isabel, no viene siendo investigando y mucho menos procesado por el caso.
“Supongo que no debe ser fácil tocarlo para los investigadores. Qatar tiene pocos pactos de extradición con otros países y tocar a gente con protección diplomática no es fácil. Entonces, por algún motivo no hemos visto mucha voluntad de fiscales por tocar a la familia real de Qatar. Inclusive no se toca a gente cercana a ellos. Mohammed Bin Hammam, que no es de la familia real pero es un hombre importante, fue implicado en corrupción pero más allá de la FIFA y su comité de ética nadie lo ha tocado. Veo que no es fácil tocarlos”, dice Bensinger.
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