Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Tel Aviv (DPA)
“Elija las tres cualidades que mejor lo describen: aventurero, estable, sensible, capaz de trabajar en equipo, independiente, intrépido...”: lo que podría parecer un test psicológico de una revista es en realidad una solicitud para formar parte de uno de los servicios de inteligencia más secretos del mundo. El que encaje en las siete cualidades podría convertirse nada menos que en agente del Mossad israelí.
Desde hace poco, el servicio secreto exterior israelí cuenta con una nueva web -en hebreo, inglés, francés, ruso y árabe- con la que busca nuevos agentes. Los más solicitados, como entonces, siguen siendo quienes tengan varios pasaportes.
Al fin y al cabo el Mossad sigue teniendo la tarea de “dirigir, defender y garantizar la existencia del Estado de Israel”, señalaba el jefe del servicio secreto, Tamir Pardo, al presentar la nueva web.
Lejos han quedado los tiempos en que el Mossad reclutaba a los amigos y familiares del círculo de sus agentes y en que los potenciales candidatos se reunían con los agentes en garajes subterráneos como si de una conspiración se tratara.
“¿Habla chino? ¿Tiene la habilidad de formular análisis de inteligencia sobre una situación o escribir documentos de posición sobre un país? Entonces es usted nuestro(a) hombre/mujer”, señalaba un anuncio publicado hace dos años. Probablemente el Mossad ya opera en el espacio chino.
En 2004, el servicio secreto exterior israelí buscaba por Internet un barman que supiera hacer buenos cócteles y hablara inglés fluido. Lo que no decía es si lo quería para trabajar en un bar o para una misión secreta.
En torno al Mossad circulan mitos y escándalos. Lo que se sabe con seguridad es que fue fundado en 1951, que tiene su sede en Tel Aviv y que emplea a unos 1.200 agentes. Pero tras qué operaciones está es algo que solo puede suponerse.
Un ejemplo de cómo opera actualmente es la muerte de Mahmud al Mabhuh, un comerciante de armas de la organización radical palestina Hamas. Hace cuatro años, Al Mabhuh fue hallado muerto en su habitación de hotel en Dubai. La policía local aseguró que el asesinato llevaba el sello del Mossad. Israel no confirmó su participación, pero tampoco la desmintió.
En la nueva web sólo hay algunas indicaciones sobre operaciones pasadas, como el secuestro de Adolf Eichmann en 1960 en Argentina. El que fuera teniente coronel de las SS fue uno de los principales organizadores del asesinato de casi seis millones de judíos. Tras su secuestro en Argentina, fue trasladado a Israel, donde fue juzgado y condenado a muerte y ejecutado en 1962.
La web del Mossad, afirma Pardo, debe ofrecer una breve visión del trabajo de los servicios secretos, pero naturalmente se desvela muy poco de su actividad. Y si salen informaciones a la luz, es “sólo la punta del iceberg”, reconoce Pardo.
A quien le gusten los agentes secretos como James Bond o George Smiley, el espía de las novelas de John le Carré, le agradará el video colgado en la web del Mossad, que muestra a una acicalada pareja y su doble vida.
“Mis amigos creen que trabajo en marketing”, dice el hombre mientras aparece siguiendo a un potencial objetivo, naturalmente vestido con estilo con traje y gafas de sol.
Su compañera, mientras tanto, desenreda un cable en un sótano y comprueba la conexión satelital. “Lo que solo existe en su imaginación es mi realidad”, dice una voz aterciopelada en el fondo.
Pero ahora solo una pequeña parte de los agentes trabajan en el “Kidon”, como se conoce el departamento especial para ese tipo de operaciones.
La gran mayoría del resto lo hace en departamentos de administación, tecnología o ciberataques. Y es que el Mossad no solo busca agentes, sino también ingenieros, químicos, traductores e intérpretes, analistas, psicólogos o incluso asesores fiscales.
El Mossad asegura que una solicitud online es segura y discreta pero recomienda borrar el historial web de la computadora tras hacerla. Tampoco los amigos y familiares deben saber que uno trabaja en el Mossad: la doble vida comienza con el primer click.