Más de 900 mil ciudadanos peruanos residentes en el extranjero ejercen este domingo su derecho a voto en el referéndum 2018 sobre cuatro reformas constitucionales.
Cerca de 200 compatriotas iniciaron jornada electoral fuera del país en la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda, donde los primeros electores acudieron a las urnas y culminaron el proceso sin inconvenientes.
La consulta ciudadana planteada por el presidente Martín Vizcarra también se desarrolló con normalidad en Australia, que albergaba a unos 5 mil peruanos habilitados para sufragar, informó la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Alrededor las 8:00 horas en Italia (2:00 a.m. en el Perú), las mesas de sufragio estaban instaladas por completo en Nápoles, Florencia, Ancona, Perugia y Turín, mientras que solo se registraron retrasos en Roma y Milán, informó la ONPE a través de las redes sociales.
En tanto, un total de 33.674 votantes fueron llamados a las urnas en la ciudad de Barcelona (España), tras la apertura de 113 mesas de sufragio (con 298 votantes por cada una).
En esta ciudad, el escritor peruano Santiago Roncagliolo ejerció como miembro de mesa y través de Twitter hizo un llamado a los compatriotas para cumplir con su deber cívico.
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Los peruanos residentes en Corea del Sur y Tailandia también emitieron su voto con normalidad. Por la diferencia horaria, los compatriotas que viven en ambos países votaron antes que en el Perú.
De acuerdo con la ONPE, en Seúl (capital de Corea del Sur) se habilitó una mesa de sufragio; en tanto, Tailandia se encontraban habilitados 36 electores.
Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, un total de 907 mil 839 peruanos residentes en 56 países del mundo están habilitados para acudir hoy a una de las 3 mil 151 mesas de sufragio que se instalaron fuera del país para participar en el referéndum 2018.
Las reformas sometidas a voto, propuestas por el Ejecutivo y aprobadas por el Congreso, están relacionadas a la conformación de la nueva Junta Nacional de Justicia, la financiación de partidos políticos, la prohibición de la reelección inmediata de congresistas y el retorno a la bicameralidad en el Parlamento.