Miles Scott es un niño como cualquiera que sueña combatir el mal. Así como Batman, su superhéroe preferido. Subirse al batimóvil, recorrer Ciudad Gótica y castigar a los malvados fue siempre su mayor anhelo. Al igual que el Hombre Murciélago con el Guasón, Miles, de cinco años, encontró en el cáncer a su mayor villano.
Conscientes de la enfermedad que aqueja a su pequeño superhéroe, los ciudadanos de San Francisco le regalaron a Miles, niño risueño de ojos azules, la sorpresa de su vida. Miles de personas, con la ayuda de la organización Make a Wish Foundation, convirtieron San Francisco en Ciudad Gótica, y al pequeño Miles en el poderoso Batkid.
La aventura del diminuto justiciero empezó con el aviso del jefe de la policía clamando por televisión la ayuda urgente de Batman y su fiel compañero Batkid. Segundos después apareció reflejado en varios edificios la característica batiseñal. El sueño del pequeño Miles recién comenzaba.
Acto seguido apareció el batimóvil, un Lamborghini negro proporcionado por un anónimo, con Batman al volante. La pareja de superhéroes fueron al rescate de una mujer atada a mitad de una calle. Luego le dieron su merecido al temible Pingüino y se enfrentaron al malvado Acertijo.
Al final del día, luego de salvar la ciudad de los malhechores, el alcalde de San Francisco, Ed Lee, le otorgó al pequeño héroe la llave de la ciudad, ante la ovación de miles de personas.
A Miles le detectaron el cáncer cuando tenía 18 meses de nacido, y desde entonces su lucha contra esta terrible enfermedad no ha cesado. Y al igual que su superhéroe preferido, nunca ha perdido las esperanzas y mucho menos se ha dado por vencido.