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Sidney. Las fuerzas de seguridad australianas asaltaron hoy una cafetería de Sidney y pusieron fin a 16 horas de un secuestro con posible trasfondo islamista que, según los medios, se saldó con la muerte del secuestrador y de uno de los rehenes.La policía confirmó en Twitter el fin de la toma de rehenes, sin dar más detalles. Previamente agentes fuertemente armados habían irrumpido en el edificio, escuchándose fuertes explosiones y disparos.La policía sacó al menos a cuatro personas del lugar en camillas, aunque no está claro si se encontraban heridas. Hasta el lugar, que se encontraba acordonado, se habían desplazado numerosas ambulancias.
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Seis rehenes habían conseguido salir del edificio poco antes de que la policía lo asaltase, sumándose a otros cinco que habían quedado libres horas antes.El secuestrador -que posiblemente actuó en solitario- entró en café de la chocolatería Lindt sobre las diez de la mañana (local) y retuvo a numerosos empleados y clientes. Se desconoce el número exacto de personas que estuvieron retenidas, aunque según la subjefa de policía, Catherine Burn, serían menos de 30.La policía no informó por el momento sobre los motivos del secuestrador, aunque varios medios apuntan que exigió en varias ocasiones hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbott.La policía identificó al secuestrador como un iraní de unos 50 años que estaba asilado en el país. Según la prensa se trata de un radical que se define como clérigo y que está en libertad bajo fianza, acusado como cómplice en el asesinato de su mujer y en 40 casos de abusos sexuales.El año pasado fue condenado a trabajos comunitarios después de haber enviado cartas ofensivas a familiares de soldadosaustralianos caídos, informó el periódico “The Age”. Según la prensa, en varias ocasiones había protestado en público contra el tratamiento que recibía en Australia o contra la política estadounidense. Regentaba como “sanador” una especie de consulta en Sydney y en ella se habrían producido los abusos sexuales.“Una cosa está clara: es un atacante solitario”, afirmó el abogado Manny Conditsis, que defendió al secuestrador el año pasado. “Seguramente cree que no tiene nada que perder”, dijo en declaraciones a la televisión.El secuestrador obligó en varios momentos a los rehenes a sostener contra una de las ventanas del local una bandera negra con la “Shahada”, la profesión de fe islámica, escrita en letras blancas: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”. Una bandera similar es usada por los yihadistas de Estado Islámico.Fuente: DPA